Jamal Marcelin

En una guerra caracterizada por los drones, los satélites y la guerra electrónica, los videos de soldados rusos a caballo en la Ucrania ocupada son un síntoma de agotamiento: un ejército que se está quedando sin combustible, pero rico en mitos imperiales.

Puede que Rusia no haya actualizado sus misiles Iskander con nuevo hardware, pero los cambios en las tácticas, la programación y las condiciones del campo de batalla podrían explicar por qué estas armas balísticas son ahora más difíciles de interceptar para los sistemas Patriot fabricados en Estados Unidos.