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Con los T-90 rusos al otro lado de la frontera, Estados Unidos y Reino Unido desplegaron esta semana su blindaje más pesado en territorio estonio, colocando los tanques Abrams y Challenger 2 uno al lado del otro en una demostración coreografiada de unidad y disuasión de la OTAN.

Bautizado en honor al rey espartano que defendió el paso de las Termópilas, Leonidas es un sistema de microondas de alta potencia (HPM) diseñado para «quemar» los componentes electrónicos de los drones. Kyiv, que ha invitado a los fabricantes a probar sus equipos en condiciones de combate, considera que sistemas como Leonidas pueden suponer un cambio revolucionario frente a las oleadas de FPV y municiones merodeadoras que han transformado los campos de batalla modernos.

Rusia ha comenzado a desplegar vehículos blindados BMPT Terminator mejorados en Ucrania, un refuerzo poco habitual en el campo de batalla destinado a proteger a sus fuerzas blindadas de los drones y los equipos antitanque tras sufrir grandes pérdidas. Las nuevas variantes cuentan con blindaje reforzado, sistemas de guerra electrónica y contramedidas contra drones, lo que pone de relieve el impulso de Moscú por adaptar sus formaciones al combate urbano y a los asaltos de gran desgaste.

China ha iniciado la construcción de su cuarto portaaviones, el Tipo 004 de propulsión nuclear, un buque de guerra que, según los analistas, podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio del poder naval en el Indo-Pacífico. El Tipo 004 podría no ser solo otro portaaviones más. Es el buque que podría convertir la flota china en una armada global.