Jamal Marcelin

Entre las dos guerras mundiales, el ejército británico comenzó a experimentar con aviones radiocontrolados para prácticas de tiro real, desplegando un biplano De Havilland conocido como Queen Bee. Su apodo, «el dron», se popularizó, y lo que comenzó como un blanco desechable se ha convertido en el arma de guerra por excelencia del siglo XXI.

Analistas de inteligencia de fuentes abiertas han descubierto el pasado oculto de un propagandista ruso, vinculándolo con una importante red de desinformación respaldada por el Kremlin y con un antiguo puesto en una contratista de defensa estadounidense. Esta combinación, afirman, plantea urgentes preocupaciones de seguridad nacional.

Mientras Ucrania busca modernizar su fuerza aérea y contrarrestar el arraigado dominio aéreo de Rusia, el caza multifunción Gripen-E de Suecia está emergiendo como una opción realista y de gran capacidad de supervivencia. La agilidad de la aeronave, su resiliencia a la guerra electrónica y su capacidad de combate en red podrían ofrecer a Ucrania los medios para disputar el espacio aéreo ruso en términos más equitativos.