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Cuando falla la defensa antiaérea, añade picos: La furgoneta «erizo» rusa llega al frente, Vídeo
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
En un vídeo de reciente aparición, se ve a tropas rusas modificando una furgoneta UAZ-452 de la era soviética con docenas de afilados pinchos metálicos soldados a lo largo de la carrocería, creando un extraño concepto de blindaje antidrones ahora apodado «Erizo».
Las imágenes muestran el vehículo circulando por una carretera rural, con el chasis erizado de varillas metálicas que sobresalen en todas direcciones. La configuración está pensada para interceptar o detonar prematuramente drones FPV ucranianos antes de que puedan alcanzar el casco.
Russia’s latest anti-drone tactic: a spiked UAZ-452 van dubbed the “Hedgehog.” Covered in welded metal rods, it’s designed to intercept FPV drones before impact. pic.twitter.com/CtVYaq0tLi
— Ivan Khomenko (@KhomenkoIv60065) June 24, 2025
Los pinchos actúan como defensa pasiva, esperando activar la carga explosiva de un dron entrante al entrar en contacto con el blindaje exterior.
La idea es destruir el dron antes de que impacte directamente en el casco del vehículo. A pesar de su aspecto poco convencional, la improvisada modificación refleja una tendencia creciente de tácticas de defensa improvisadas a ambos lados del frente.
A medida que los drones FPV siguen dominando el espacio aéreo de baja altitud, los vehículos sencillos como el UAZ-452 se han convertido en objetivos vulnerables.
La dependencia del ejército ruso de plataformas tan anticuadas, combinada con el acceso limitado a sistemas de protección activa, está dando lugar a soluciones de campo cada vez más improvisadas.
A principios de junio, se vio a las fuerzas rusas reconvertir un VAZ-1111 «Oka» de la era soviética -un coche compacto diseñado originalmente para conductores discapacitados y veteranos de guerra- en una plataforma móvil de lanzamiento de drones suicidas.
El vehículo fue despojado de sus puertas y de la sección trasera del techo, con un armazón de metal soldado que soportaba el sistema de lanzamiento de municiones de merodeo del tipo «Molniya».
El Oka, del que se llegó a decir que era una «lata con ruedas» debido a la debilidad de su motor y a su escasa fiabilidad, forma parte ahora de la estrategia rusa de guerra improvisada con drones.
El sistema permite a los operadores lanzar drones directamente desde el vehículo o controlarlos a distancia, lo que refleja un cambio más amplio hacia soluciones ad hoc de bajo coste en medio de la creciente escasez de equipos.
