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Imágenes por satélite confirman un incendio masivo en un depósito de combustible Atlas ruso en Rostov tras el ataque de un dron
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
Los tanques de almacenamiento de combustible de las instalaciones de Atlas, operadas por el gobierno ruso en la región de Rostov, se incendiaron a primera hora del lunes tras un presunto ataque con drones.
Los datos de satélite del sistema FIRMS de la NASA confirmaron la presencia de señales de calor anormales en el lugar, lo que indicaba un incendio importante.
Según Militarnyi, el incendio se registró por primera vez a las 3:41 a.m. y afectó a toda la instalación, que alberga al menos 32 tanques de combustible. El emplazamiento se encuentra cerca de Kamensk-Shakhtinsky, a unos 100-150 kilómetros de la línea del frente.
Aunque no ha habido ninguna declaración oficial sobre la causa del siniestro, el Ministerio de Defensa ruso reconoció que se trataba de un incendio provocado por un ataque contra un «emplazamiento industrial crítico» en el distrito de Kamensky.
El complejo Atlas ya ha sido blanco de ataques con aviones no tripulados. El 29 de noviembre de 2024, las instalaciones sufrieron daños durante un ataque similar que también provocó un incendio a gran escala. Otro incidente en agosto de 2024 dañó otros depósitos de combustible en el mismo lugar.
Las instalaciones de Atlas forman parte de la infraestructura logística de Rosrezerv y desempeñan un papel de apoyo a las operaciones militares rusas en Ucrania.
Anteriormente, aviones no tripulados ucranianos atacaron un tren de combustible militar ruso entre Levadne y Molochansk, en la región ocupada de Zaporizhzhia, incendiando al menos 11 vagones cisterna. Según la Dirección de Inteligencia de la Defensa ucraniana, la operación coordinada inutilizó la locomotora con municiones vagabundas antes de que los siguientes ataques con drones prendieran fuego al combustible.
Se espera que la reparación de la línea ferroviaria dañada lleve semanas, cortando una ruta de suministro clave para las fuerzas rusas de primera línea.
