India insta a EE. UU. a suavizar las sanciones sobre el petróleo de Irán y Venezuela para compensar las restricciones comerciales impuestas a Rusia

India ha comunicado a Estados Unidos que reducir las importaciones de petróleo ruso requeriría permitir la compra de crudo a proveedores sancionados como Irán y Venezuela, según un informe de Bloomberg del 25 de septiembre.

La solicitud se repitió durante las reuniones celebradas en Washington esta semana, ya que los representantes indios advirtieron que restringir las tres fuentes podría disparar los precios mundiales del petróleo, según informaron a Bloomberg personas familiarizadas con las conversaciones, que hablaron bajo condición de anonimato.

Las conversaciones se producen tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos con el objetivo de penalizar el comercio de petróleo de la India con Rusia. A pesar de los gravámenes, la India ha continuado con sus importaciones limitadas de crudo ruso, que tiene un gran descuento en comparación con los barriles de Arabia Saudita, Estados Unidos o Oriente Medio.

Según Bloomberg, funcionarios indios, entre ellos el ministro de Comercio, Piyush Goyal, hicieron hincapié en los planes para aumentar las compras de energía estadounidense, manteniendo al mismo tiempo la seguridad energética general.

Reliance Industries y otras refinerías suspendieron anteriormente las importaciones de Irán y Venezuela debido a las sanciones, pero el cambio a otros proveedores aumentaría los costos y la factura de las importaciones. Actualmente, la India compra casi el 90 % de su petróleo de importaciones, por lo que el crudo ruso con descuento supone un importante ahorro de costos.

Las discusiones se producen en un momento en que la OPEP+  y otros productores planean aumentar la producción el próximo año, lo que probablemente creará un excedente que podría ejercer presión a la baja sobre los precios mundiales, informa Bloomberg.

Anteriormente, se informó de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, criticó a los miembros de la OTAN y a los principales compradores asiáticos por seguir adquiriendo energía rusa, afirmando que dicho comercio apoya la economía de guerra de Rusia.

Sugirió que los Estados Unidos podrían considerar nuevas medidas comerciales.

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