Los drones obligan a Rusia a recurrir a la "infantería descalza" y a la guerra de máscaras en torno a Pokrovsk y Kupiansk

Según Forces News del 13 de noviembre, las fuerzas rusas están pasando de grandes asaltos mecanizados a pequeños equipos de infiltración, infantería descalza guiada por drones y la llamada "guerra de máscaras" en torno a las ciudades ucranianas de Pokrovsk (región de Donetsk) y Kupiansk (región de Kharkiv), asediadas por la artillería.

Lo que comenzó como una guerra dominada por la artillería y los tanques ha evolucionado hasta convertirse en una donde los drones guían gran parte del combate, y los sistemas no tripulados ucranianos son ahora considerados la principal causa de bajas entre las tropas rusas.

Para reducir su exposición, los comandantes rusos han abandonado los asaltos masivos con blindados, que demostraron ser muy vulnerables a los ataques de precisión con drones y artillería, y en su lugar han desplegado pequeños grupos de dos o tres hombres para infiltrarse en zonas urbanas.

En Kupiansk, la infantería rusa ha cruzado repetidamente el río Oskil a través de gasoductos desde territorio ocupado, emergiendo en la ciudad para atacar vehículos ucranianos y dar caza a operadores de drones, una táctica documentada por fuentes militares ucranianas y observadores de fuentes abiertas.

El nuevo enfoque de la «infantería descalza» se basa en pequeñas unidades semiautónomas que se desplazan principalmente a pie o en motocicleta, evitando grandes columnas de vehículos que pueden ser detectadas y destruidas fácilmente desde el aire.

Las fuerzas rusas están aprovechando el mal tiempo, la niebla y la oscuridad para enmascarar las firmas térmicas y confundir la óptica y los sensores de los drones ucranianos, especialmente en los alrededores de Pokrovsk, donde, según las autoridades ucranianas, se ha utilizado la densa niebla para infiltrar grupos de asalto a través de las líneas defensivas.

Pokrovsk y Kupiansk son importantes nudos de comunicaciones por carretera y ferrocarril, cuyo control contribuiría a asegurar la logística rusa en Donetsk y amenazaría las líneas de suministro ucranianas en el noreste, convirtiéndolos en puntos clave de la campaña actual.

Anteriormente, se informó que las fuerzas rusas en el eje de Kupiansk están sufriendo grandes pérdidas debido a la falta de entrenamiento y a problemas de suministro, y que cada vez utilizan más equipos de infiltración de uno o dos hombres que cruzan ríos y bosques, en lugar de grandes columnas.

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