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Los primeros tanques M1A1 Abrams australianos van rumbo a Ucrania tras la aprobación de EEUU

La retirada flota australiana de carros de combate M1A1 Abrams está finalmente de camino a Ucrania después de que Estados Unidos concediera la preceptiva licencia de reexportación, y ya están desplegados en el frente de Ucrania, según declaró el 18 de mayo el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
Durante una reunión en Roma, Zelenskyy agradeció al Primer Ministro australiano Anthony Albanese el envío, señalando que «los tanques Abrams ya están ayudando a nuestros soldados a defender el país».
Canberra ha prometido 49 tanques M1A1 AIM-SA reacondicionados, vehículos que el Ejército australiano utilizó entre 2007 y 2024 en dos regimientos blindados.
La carga comenzó recientemente, pero los funcionarios de defensa se niegan a revelar la ruta de los tanques o la fecha de llegada «por razones de seguridad». Antes de partir, cada vehículo se sometió a una ligera remodelación y a la retirada de equipamiento sensible exclusivo para Australia.

Según la legislación estadounidense sobre exportaciones, Washington debe aprobar cualquier transferencia de armamento de fabricación estadounidense a terceros. La aprobación se demoró más de lo previsto, complicándose aún más a principios de este año por la interrupción temporal de la ayuda de seguridad estadounidense a Kyiv, que interrumpió las operaciones en el centro logístico polaco designado para recibir los tanques.
El Ministro de Defensa australiano, Richard Marles, declaró que Canberra había trabajado «muy estrechamente con Ucrania y Estados Unidos para que se produjera este envío», y añadió que el primer tramo «lleva de camino algún tiempo».
Cuando llegue el lote completo, Ucrania dispondrá de unos 85 tanques Abrams en total: 31 suministrados directamente por Estados Unidos y 54 procedentes de las existencias australianas.
Anteriormente se había informado de que Estados Unidos estaba avanzando en la modernización de los carros de combate M1 Abrams, introduciendo mejoras clave basadas en las lecciones aprendidas de su despliegue en Ucrania. Las actualizaciones se centran en mejorar la capacidad de supervivencia, la movilidad y la eficiencia en respuesta a los desafíos del campo de batalla moderno.
Cabe destacar que varias de estas mejoras reflejan las modificaciones ya introducidas por las fuerzas ucranianas en sus carros Abrams, lo que demuestra la capacidad de adaptación de Ucrania y su enfoque innovador de la guerra moderna.






