- Categoría
- Últimas noticias
Reino Unido se prepara para la era de la guerra con una revisión nuclear y una flota de submarinos de 20.000 millones de dólares

El Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha presentado una amplia reforma de las Fuerzas Armadas británicas, señalando un cambio estratégico hacia la «preparación para la lucha contra la guerra» en medio de las crecientes amenazas mundiales y la creciente inestabilidad.
Así lo informó Bloomberg el 2 de junio.
El plan incluye una inversión de 20.000 millones de dólares en el programa de cabezas nucleares del país y la construcción de hasta 12 submarinos en el marco de la asociación de seguridad AUKUS con Estados Unidos y Australia.
«Estamos pasando a la preparación para la lucha bélica como objetivo central de nuestras fuerzas armadas», declaró el Primer Ministro.

La tan esperada revisión de la defensa británica se produce en medio de una creciente incertidumbre sobre los compromisos de seguridad a largo plazo de Estados Unidos con Europa, especialmente en el contexto de la renovada agresión rusa y los cambios en la dinámica geopolítica bajo la presidencia de Donald Trump. En respuesta, el Gobierno británico ha anunciado planes para aumentar el gasto en defensa hasta el 2,5% del PIB en 2027, frente al 2,3% actual.
«Creo que la mejor manera de disuadir un conflicto es prepararse para él», dijo Starmer en una conferencia de prensa el, antes de la publicación de la revisión estratégica de defensa del gobierno que esbozará planes para aumentar la producción de aviones no tripulados y aumentar las reservas de municiones y equipos.
Según Bloomberg, la revisión corre el riesgo de verse eclipsada por la falta de claridad del Primer Ministro Keir Starmer sobre cuándo aumentará el Reino Unido el gasto en defensa hasta el 3% del PIB, un objetivo que sigue estando por debajo del llamamiento del Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, para que los Estados miembros destinen al menos el 3,5% a capacidades básicas de defensa.
Anteriormente, el Reino Unido había entablado negociaciones con Estados Unidos para adquirir cazas F-35A equipados para llevar bombas nucleares tácticas B61-12.
Aprobada por el primer ministro Keir Starmer, la medida representa el cambio más significativo en la estrategia de disuasión nuclear británica desde la Guerra Fría.






