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Rusia depende ahora «casi por completo» del suministro de municiones norcoreanas, según Reuters
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Desde septiembre de 2023, Corea del Norte ha enviado entre 4 y 6 millones de proyectiles de artillería a Rusia, suficientes para cubrir aproximadamente la mitad de sus necesidades de munición en la guerra contra Ucrania, según un análisis detallado del Open Source Centre (OSC) y una investigación de Reuters publicada el 15 de abril.
Los datos apuntan a un creciente tráfico de armas entre Pyongyang y Moscú, lo que marca un fuerte aumento de la cooperación militar entre los dos regímenes aislados. Un experto en el ejército ucraniano declaró a Reuters que la contribución norcoreana alcanzaba el 70%, y Reuters descubrió que, en ocasiones, las unidades de artillería rusas dependían casi por completo de las municiones norcoreanas.
Entre septiembre de 2023 y marzo de 2025, cuatro cargueros -Angara, Maria, Maya-1 y Lady R- realizaron 64 viajes transportando armas desde el puerto norcoreano de Rajin hasta los puertos orientales rusos de Vostochny y Dunay. Desde allí, los proyectiles fueron trasladados por ferrocarril a instalaciones de almacenamiento cercanas a la frontera ucraniana.
La OSC calcula que estos envíos incluían unos 16.000 contenedores, suficientes para albergar entre 4 y 6 millones de proyectiles de artillería.
Según Reuters y OSC, esta afluencia masiva complementa la producción nacional rusa de munición, que según funcionarios ucranianos y occidentales alcanzó los 2-2,3 millones de proyectiles en 2024.
Enero de 2024 marcó el punto álgido del flujo de suministros, con siete envíos distintos desde Corea del Norte sólo en ese mes. De media, los buques realizaron unas tres entregas al mes.
Además de proyectiles de artillería, Rusia recibió de Pyongyang misiles balísticos KN-23 y KN-24, obuses de largo alcance y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes.
El servicio de inteligencia militar de Ucrania (HUR) estima que las entregas incluyen 148 misiles balísticos, 120 unidades de artillería autopropulsada de largo alcance y 120 MLRS.
Antes de su despliegue en el campo de batalla, los proyectiles se prueban en el campo de tiro de artillería Luzhsky de Rusia, según declaró a Reuters un experto militar ucraniano.
Un manual militar ruso sobre el uso de munición norcoreana con obuses M-46, obtenido por Reuters y OSC, aconseja no mantener los proyectiles en un cañón caliente durante más de tres minutos.
Funcionarios ucranianos, entre ellos el jefe de inteligencia Kyrylo Budanov, afirman que los proyectiles norcoreanos representan ahora el 50% de toda la artillería rusa en el frente. Algunas unidades rusas, según una revisión de Reuters de nueve informes del campo de batalla, dependen casi por completo de la munición suministrada por Corea del Norte.
En seis de los nueve informes, los investigadores encontraron indicios claros del uso de proyectiles norcoreanos. En dos informes de 2024 se detallaban días en los que determinadas unidades rusas utilizaron únicamente proyectiles norcoreanos, o en los que dichos proyectiles representaron hasta el 75% del fuego de artillería total.
El verano pasado, una unidad de Zaporizhzhia informó de que utilizaba obuses D-20 norcoreanos para la mitad de su fuego de artillería y dependía al 100% de cohetes de 122 mm procedentes de Pyongyang.
Los analistas y los oficiales ucranianos creen que estos suministros han dado a Rusia una ventaja artillera crítica en la guerra posicional que ha definido el campo de batalla desde finales de 2022.
«Sin el apoyo de Corea del Norte, el bombardeo ruso de las posiciones defensivas ucranianas se reduciría a la mitad», declaró la HUR ucraniana.
«Sin el respaldo de Kim Jong Un, Vladimir Putin no podría mantener esta guerra», afirmó Hugh Griffiths, ex coordinador del panel de la ONU que supervisó las sanciones a Corea del Norte entre 2014 y 2019.
Los envíos norcoreanos resultaron especialmente vitales en el otoño de 2023, cuando Ucrania se quedó sin munición y se vio obligada a reducir las operaciones de artillería.
«Esto permitió a las fuerzas rusas mantener el impulso ofensivo y ejercer una presión constante sobre las tropas ucranianas durante la mayor parte de 2024 y hasta 2025», declaró el analista militar Konrad Muzyka.
Anteriormente se había informado de que, desde finales de diciembre, los misiles balísticos norcoreanos lanzados por las fuerzas rusas contra Ucrania habían mejorado notablemente su precisión, alcanzando ahora los objetivos previstos a una distancia de entre 50 y 100 metros.
