Rusia deportó a más de 700.000 niños ucranianos de los territorios ocupados, según la Oficina Presidencial

Desde el comienzo de la invasión a gran escala, Rusia se ha llevado a su territorio al menos a 744.000 niños ucranianos, en su mayoría acompañados de sus padres, según Daria Zarivna, responsable de la iniciativa Bring Kids Back UA. Sus declaraciones se publicaron en una entrevista a Espresso el 19 de abril.

«Antes de la invasión a gran escala, Ucrania tenía aproximadamente siete millones de niños. Según las organizaciones de derechos humanos, alrededor de 1,6 millones de niños permanecen en los territorios temporalmente ocupados. Rusia ha declarado que se llevó a su territorio al menos a 744.000 niños, la mayoría con sus padres», declaró Zarivna.

Según la entrevista, Ucrania no puede confirmar ni refutar estas cifras, ya que Rusia dejó de compartir información con Ucrania y las organizaciones internacionales.

Tras la emisión por el Tribunal Penal Internacional de órdenes de detención contra Vladimir Putin y Maria Lvova-Belova, Rusia ha interrumpido toda comunicación pública relativa a los niños ucranianos deportados.

Debido a la falta de acceso, no está claro cuántos niños han muerto, cuántos han sido separados de sus padres o cuántos nacieron después de febrero de 2022.

Según datos oficiales ucranianos, se han documentado 19.546 casos de deportación ilegal o desplazamiento forzoso de niños. «La cifra real es mucho mayor, pero Rusia bloquea el acceso a la información, lo que impide una evaluación completa de la magnitud de este delito», añadió Zarivna.

A través de la iniciativa Bring Kids Back UA, Ucrania ha conseguido devolver a 1.269 niños: 449 en el último año y 18 sólo en marzo de 2025.

Según la entrevista de Espresso, Rusia utiliza diversos métodos para deportar a los niños, a menudo mediante coacción, violencia o engaño. En algunos casos, los niños son separados de sus familias durante los denominados procedimientos de «filtración», especialmente cuando intentan abandonar territorios ocupados..

Los adultos son retenidos para ser interrogados, mientras que los niños son llevados a campos de filtración o enviados a zonas más profundas de las regiones ocupadas, donde son alojados en «campos de reeducación», orfanatos o centros médicos.

En otros casos, los niños son sacados por la fuerza de las instituciones. «Sólo del Hogar Infantil de Kherson, Rusia secuestró a 48 niños, muchos de los cuales ya han sido adoptados por familias rusas», dijo Zarivna.

Un ejemplo citado en la entrevista fue el de Vlad Rudenko, de 17 años, de la región de Kherson. Los soldados rusos entraron en su casa cuando estaba solo, le ordenaron que empaquetara sus pertenencias y lo trasladaron a él y a sus hermanos a un colegio militar de Crimea. Sólo meses más tarde su madre pudo localizarlo e iniciar el proceso para traerlo de vuelta a casa.

Anteriormente, el Defensor del Pueblo de Ucrania, Dmytro Lubinets, informó de que más de 3.000 niños fueron deportados a la fuerza de las zonas ocupadas de Kherson durante el verano de 2024 bajo el pretexto de programas de «vacaciones». Según su declaración, los niños fueron llevados a campos en regiones rusas remotas, donde fueron sometidos a actividades de «reeducación» destinadas a borrar su identidad ucraniana.

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