Según The Guardian, un grupo terrorista neonazi estadounidense está relacionado con los sabotajes en Ucrania

Una organización terrorista neonazi estadounidense conocida como The Base está ofreciendo incentivos financieros para ataques contra infraestructuras críticas y asesinatos selectivos en Ucrania, según una investigación publicada por The Guardian el 5 de abril.

Fundada en 2018, The Base lleva tiempo siendo vigilada por el FBI por su implicación en actividades extremistas. El líder del grupo, Rinaldo Nazzaro, es un ciudadano estadounidense y exempleado del FBI y del Pentágono que actualmente reside en San Petersburgo, Rusia.

Los expertos han expresado su preocupación por los vínculos de Nazzaro con los servicios de inteligencia rusos, y han señalado que Moscú le ha ofrecido refugio con anterioridad.

Según The Guardian, el grupo está utilizando Telegram y otras plataformas para reclutar a personas dispuestas a llevar a cabo atentados contra objetivos como centrales eléctricas, activos militares y policiales, edificios gubernamentales y políticos ucranianos.

Estos esfuerzos se centran en ciudades como Kyiv, Kharkiv, Mykolaiv y Odesa. A cambio, a los reclutas se les promete un pago, y algunos mensajes hacen referencia específica a recompensas económicas por acciones exitosas.

El analista geopolítico Colin Clarke declaró a The Guardian que es muy posible que la operación esté vinculada a los servicios de inteligencia rusos. «Apoyar y dirigir a actores violentos no estatales, incluidos extremistas violentos con motivaciones raciales y étnicas, no es más que otra herramienta de la guerra híbrida del Kremlin», declaró Clarke.

Los mensajes de reclutamiento de The Base han aparecido no solo en Telegram, sino también en plataformas rusas como VKontakte, y el grupo utiliza una dirección de correo electrónico de Mail.ru para contactar (ambos servicios están basados en Rusia). En mensajes recientes, The Base también ha empezado a solicitar donaciones de criptomoneda a través de Monero.

Las autoridades ucranianas están investigando incidentes recientes que podrían estar relacionados con este tipo de operaciones. El 3 de abril, una persona murió en una explosión en Kyiv. Un día después, Yuriy Fedko, funcionario local de Dnipro, murió en un atentado con coche bomba. Las autoridades barajan la posibilidad de que estos sucesos formen parte de una campaña coordinada para desestabilizar Ucrania.

Según The Guardian, el grupo ha declarado recientemente su interés en establecer un enclave nacionalista blanco en la región ucraniana de Zakarpattia, citando el terreno montañoso de la zona como adecuado para la actividad paramilitar.

Aunque anteriormente La Base no estaba alineada con ningún Estado-nación, su reciente cambio hacia el apoyo a los objetivos geopolíticos del Kremlin marca una nueva fase. El grupo, ya designado como organización terrorista en Canadá, la UE y el Reino Unido, está ahora vinculado a esfuerzos más amplios para socavar Ucrania en medio de las actuales negociaciones de alto el fuego con Rusia.

Los analistas afirman que, si bien la presencia real de La Base en Ucrania sigue siendo limitada, los mensajes públicos del grupo y sus intentos de captar adeptos a nivel local indican una continua presión para exportar la violencia y propagar la ideología extremista.

Steven Rai, del Instituto para el Diálogo Estratégico, que vigila los movimientos de extrema derecha, dijo que La Base ha demostrado su capacidad para atraer reclutas e iniciar complots en varios países, incluidos casos recientes en Bélgica, Italia y el Reino Unido. Hizo hincapié en la necesidad de tomarse en serio las actividades del grupo en Ucrania, señalando que «ha demostrado capacidad para planear actos de violencia catastrófica».

Los correos electrónicos enviados al Ministerio de Asuntos Exteriores ruso por The Guardian en relación con la presencia de Nazzaro en Rusia quedaron sin respuesta. Nazzaro, contactado a través de Telegram, negó cualquier conexión con las autoridades o los servicios de inteligencia rusos. Sin embargo, los expertos sostienen que su continua presencia en Rusia y la reciente alineación del grupo con las narrativas del Kremlin sugieren lo contrario.

Los servicios de seguridad de Ucrania deportaron previamente a un miembro de La Base en 2019 por intentar alistarse en el ejército y participar en propaganda neonazi.

Anteriormente, el ministro checo de Asuntos Exteriores, Jan Lipavský, informó de que Rusia estaba vinculada a casi 100 ataques híbridos en toda Europa en 2024, incluidas operaciones de espionaje, desinformación y sabotaje. Señaló que de unos 500 incidentes sospechosos, alrededor de 100 se atribuían directamente a la actividad rusa.

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