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China patenta un blindaje de defensa contra drones para vehículos de combate de infantería, imitando las innovaciones ucranianas en el campo de batalla.

China ha registrado una patente para un blindaje modular para vehículos de combate de infantería (IFV) muy similar a las soluciones utilizadas en el campo de batalla ucraniano.
Según Defense Express, el 8 de septiembre, el diseño refleja las lecciones aprendidas del uso generalizado de drones en la guerra contra Rusia.
La patente muestra una rejilla compuesta por capas montada en el exterior del vehículo. El concepto incluye mallas antidrones de doble capa con un espacio de 50-60 cm a lo largo de los laterales, 10 cm por encima del casco y hasta 80 cm por encima de la denominada estructura «jaula».

Este espaciado tiene como objetivo interferir con los drones FPV y reducir la eficacia de las municiones de carga hueca.
El diseño chino incluye varias adaptaciones:
Una capucha de malla desplegable similar a los sistemas ya instalados en los vehículos BMP-1TS ucranianos.
Revestimiento compuesto sobre el compartimento de tropas, que tradicionalmente es vulnerable, aunque la incorporación de un mecanismo hidráulico suscita dudas sobre su fiabilidad.
Opciones para montar placas cerámicas o incluso blindaje reactivo explosivo, similares a las soluciones ya vistas en vehículos occidentales como el Bradley estadounidense en servicio en Ucrania.
El concepto también permite la integración de sistemas de guerra electrónica y complejos de protección activa, características que ahora son comunes en las plataformas blindadas modernas.


Defense Express señala que, si bien el diseño chino parece más pulido y futurista, esto se debe en gran medida a su aparición en una patente y no a que se trate de un sistema probado sobre el terreno.
Las fuerzas ucranianas y rusas ya han desplegado versiones improvisadas de protección similar, a menudo dando prioridad al costo y la practicidad.
El informe destaca que China sigue monitoreando la guerra en Ucrania y adaptando las tecnologías observadas para su propia industria de defensa.

Aunque la patente no confirma la producción, el secretismo que rodea al desarrollo de armas chinas sugiere que es posible que ya se estén estudiando prototipos.
Anteriormente, ChinaPower informó de que Pekín redujo las importaciones de armas de Rusia en un 40 % entre 2009 y 2023, recurriendo en su lugar a la ingeniería inversa y al espionaje. Al menos 21 casos de espionaje chino tuvieron como objetivo el sector de la defensa de Rusia, mientras que múltiples armas, desde el avión de combate J-11 hasta el sistema de misiles HQ-9, se desarrollaron copiando diseños rusos.






