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Desestabilizada tras la "Operación Telaraña" ucraniana, Rusia construye decenas de búnkeres para proteger sus bombarderos

Rusia ha empezado a construir infraestructuras de protección en varias de sus bases aéreas tras los ataques con drones de Ucrania del 1 de junio, conocidos como Operación Telaraña, que tuvieron como objetivo activos de aviación de largo alcance en cuatro regiones rusas.
Según una nueva evaluación realizada por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) el 13 de julio, las imágenes de satélite recientes indican el desarrollo de búnkeres y refugios reforzados en respuesta a los ataques.

ISW cita el análisis del grupo OSINT Frontelligence Insight, que informa de que las imágenes de satélite recogidas el 7 de julio muestran la construcción de aproximadamente 10 búnkeres fortificados cubiertos de tierra, 12 búnkeres de hormigón descubiertos y ocho estructuras similares a hangares en la base aérea de Khalino, en la región rusa de Kursk.
Imágenes anteriores de Planet Labs, fechadas el 27 de junio, también captaron refugios reforzados para aeronaves en el mismo lugar.

En la Crimea ocupada temporalmente también son visibles nuevas infraestructuras defensivas. Las imágenes por satélite del 9 de julio confirman la construcción de dos instalaciones de hormigón tipo búnker en la base aérea de Saky. Las imágenes de Planet Labs del 7 de julio muestran otros refugios de hormigón para aviones. Sin embargo, el análisis por satélite del mismo periodo no encontró ninguna actividad de construcción en curso en la base aérea de Dzhankoi.
Por otra parte, las imágenes por satélite revelan que sigue habiendo bombarderos dañados en la base aérea rusa de Belaya, en el óblast de Irkutsk, y en la base aérea de Olenya, en el óblast de Murmansk, ambas alcanzadas durante la operación del 1 de junio.

Según ISW, la construcción de estructuras de protección en estas bases aéreas es probablemente una respuesta tardía a las operaciones de drones de Ucrania. Funcionarios rusos y blogueros militares partidarios de la guerra han criticado la incapacidad del Kremlin para proteger activos militares clave de los ataques de vehículos aéreos no tripulados en medio de la invasión a gran escala en curso.
El 1 de junio, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) llevó a cabo ataques coordinados con drones contra varios aeródromos estratégicos, entre ellos Belaya, Olenya, Dyagilevo en la región de Ryazan, y la base aérea de Ivanovo en la región de Ivanovo, dañando significativamente elementos de la flota rusa de bombarderos de largo alcance.






