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El petróleo ruso Urals se desploma a su nivel más bajo en 2,5 años ante la retirada de los compradores mundiales por la inminente entrada en vigor de las sanciones de EE.UU.
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El crudo Urals, el principal producto de Rusia, cayó a su precio más bajo en más de dos años y medio, pocos días antes de que entraran en vigor las amplias sanciones estadounidenses contra Rosneft y Lukoil, las dos mayores petroleras del país, según informó Bloomberg el 17 de noviembre.
De acuerdo con datos de Argus Media citados por Bloomberg, el Urals procedente de Novorossiysk cayó a 36,61 dólares por barril el 13 de noviembre, su nivel más bajo desde marzo de 2023. Se registraron descensos similares en los puertos del Mar Báltico.
Si bien los precios repuntaron ligeramente el 14 de noviembre, la tendencia general es negativa: el Urals cotiza actualmente con un descuento promedio de 23,52 dólares por barril respecto al Brent , la mayor diferencia desde junio de 2023.
La caída de los precios se produce en un contexto de retirada de los compradores internacionales del crudo ruso ante la inminente entrada en vigor de las sanciones del 21 de noviembre, impuestas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump el 22 de octubre, según informó Bloomberg.
Las refinerías de China, India y Turquía—los principales mercados vitales para Rusia desde 2022— ya han suspendido o reducido sus compras y han comenzado a buscar alternativas.
El creciente descuento refleja la cautela de los operadores, que se arriesgan a sanciones secundarias por manipular cargamentos rusos. Incluso tras llegar a Asia, el crudo Urals sigue siendo varios dólares más barato que el Brent, sin incluir los costes de envío.
Dado que los ingresos del petróleo y el gas representan aproximadamente una cuarta parte del presupuesto estatal ruso, el desplome afectará a las finanzas de las petroleras rusas y reducirá la recaudación fiscal del Kremlin, lo que repercutirá directamente en la capacidad de Moscú para financiar su guerra contra Ucrania, según Bloomberg.
Imágenes satelitales recientes confirmaron que un ataque nocturno ucraniano contra la terminal petrolera de Sheskharis en Novorossiysk dejó fuera de servicio infraestructura crítica para la exportación, interrumpiendo los envíos de crudo desde uno de los centros logísticos más importantes de Rusia en el Mar Negro.
Las fotografías satelitales muestran daños considerables en los sistemas clave de carga y bombeo de la terminal de Sheskharis, que maneja millones de toneladas de crudo y derivados del petróleo rusos cada mes.
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