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El Senado acorrala a Putin con sanciones y aranceles a los compradores rusos de energía
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Una amplia mayoría bipartidista en el Senado de Estados Unidos respalda un proyecto de ley que impondría nuevas y severas sanciones a Rusia—y aranceles masivos a las naciones que siguen comprando su petróleo y gas—a menos que Vladimir Putin acepte negociaciones serias para poner fin a la guerra contra Ucrania, dijo el senador Lindsey Graham, informó Bloomberg el 1 de mayo.
En declaraciones a la prensa, el republicano de Carolina del Sur y aliado clave del presidente Donald Trump dijo que la legislación cuenta con el apoyo de 72 senadores.
«El objetivo es ayudar al Presidente», dijo Graham, el mismo día en que Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo histórico que concede a Estados Unidos acceso a los recursos naturales ucranianos.
Según un borrador del proyecto de ley de sanciones obtenido por Bloomberg, las sanciones incluirían un arancel del 500% sobre las importaciones de cualquier país que compre petróleo, productos petrolíferos, gas natural o uranio rusos. La legislación también prohibiría a los ciudadanos estadounidenses comprar deuda soberana rusa.
«Quiero un final negociado de la guerra, honorable y justo», dijo Graham. «Creo que Trump es la mejor persona para lograr ese objetivo, pero estas sanciones representan la opinión del Senado de que vemos que el principal malo es Rusia».
Graham advirtió que el proyecto de ley debe ser visto como una herramienta seria para el potencial arsenal de política exterior de Trump.
«Putin estaría cometiendo un gran error al tratar de jugar con Trump, por lo que este proyecto de ley es una herramienta en la caja de herramientas del presidente Trump», dijo. «Cuando el presidente Trump crea que hemos llegado a un punto muerto, entonces atentos a la acción».
Graham también dijo que tiene suficiente apoyo en la Cámara de Representantes para presentar el proyecto de ley allí.
En última instancia, predijo, Putin tendrá que elegir entre «sentarse con Trump y poner fin a la guerra» o enfrentarse a un colapso total de la economía de Rusia.
La Casa Blanca aún no se ha pronunciado sobre la legislación propuesta.
Anteriormente, Trump habría cambiado su retórica respecto al líder ruso Vladimir Putin tras meses de esfuerzos diplomáticos entre bastidores por parte del primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron.
El cambio de postura de Trump fue el resultado de una prolongada coordinación entre Londres, París y Washington. Starmer y Macron trabajaron para convencer al presidente estadounidense de que aliviara la presión sobre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y dirigiera parte de su ira hacia Putin, argumentando que Putin estaba dejando en ridículo a Trump.
