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El senador Graham advierte: Trump tomará medidas contra los países que financian la maquinaria bélica de Rusia
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
El senador republicano Lindsey Graham ha respondido a las recientes declaraciones del Kremlin en las que se sugiere que Rusia ha desarrollado «inmunidad» frente a las sanciones occidentales.
Según Graham, el presidente Donald Trump está preparando nuevas medidas que podrían alterar significativamente la respuesta global a la economía de guerra de Rusia.
En una publicación en X, Graham comentó la declaración realizada por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien afirmó que Rusia ha aprendido a operar bajo amplias restricciones internacionales.
«Llevamos mucho tiempo viviendo bajo un número significativo de sanciones», dijo Peskov. «Nuestra economía se ha adaptado y hemos desarrollado un cierto nivel de inmunidad».
Graham reconoció que Rusia ha aprendido a soportar las sanciones, pero destacó que la actual administración estadounidense está preparando un enfoque diferente. «El presidente Trump está cambiando las reglas del juego», escribió. «Planea imponer aranceles a los países que continúen comprando petróleo y gas rusos, financiando de manera efectiva la maquinaria bélica de Rusia».
El senador sugirió que Moscú debería consultar con sus socios comerciales para evaluar si comparten la actitud desdeñosa del Kremlin hacia las posibles consecuencias. «Quizás sea conveniente que lo consulte pronto con esos países», añadió.
Graham también señaló que existe un apoyo bipartidista en el Congreso de los Estados Unidos para tales medidas. «La mayoría de ambos partidos en el Congreso están dispuestos a ayudar al presidente Trump en este esfuerzo», afirmó.
El intercambio se produce en medio de una escalada de tensiones tras el reciente ultimátum de Trump a Vladimir Putin, en el que exigía el fin de la guerra en Ucrania en un plazo de diez días.
Aunque el Kremlin ha desestimado públicamente la amenaza, los legisladores estadounidenses están dando señales de que podrían emplearse herramientas económicas más amplias, como sanciones secundarias y aranceles, para presionar a los países que mantienen vínculos energéticos con Rusia.
