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Kremlin: la guerra en Ucrania no acabará sin abordar la expansión de la OTAN en Europa del Este
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
La guerra en Ucrania no terminará hasta que la OTAN retire su presencia militar de Europa del Este, advirtió Sergei Ryabkov, viceministro ruso de Asuntos Exteriores encargado de las relaciones con Estados Unidos, la no proliferación y el control de armas, en una entrevista concedida al medio estatal ruso TASS el 9 de junio.
«La parte estadounidense exige medidas prácticas encaminadas a eliminar las causas profundas de las contradicciones fundamentales entre nosotros en el ámbito de la seguridad. Entre estas causas, la expansión de la OTAN se encuentra en primer plano», declaró Ryabkov.
«Sin resolver este problema fundamental y más agudo para nosotros, es sencillamente imposible resolver el conflicto actual en la región euroatlántica», añadió.
Independientemente de cómo evolucionen las negociaciones, añadió Ryabkov, una reducción de las fuerzas de la OTAN en Europa Oriental probablemente beneficiaría a la seguridad de todo el continente.
«En las propuestas que enviamos a Washington y Bruselas allá por diciembre de 2021», dijo, »hacíamos hincapié en la necesidad de garantías jurídicamente vinculantes y a largo plazo de que la OTAN no se expandiría hacia el este, y exigíamos la prohibición del despliegue de armas de ataque cerca de las fronteras de Rusia. También había otros elementos».
Ryabkov afirmó que las raíces de la guerra no sólo se encuentran en Ucrania, sino también en lo que el Kremlin considera la expansión de la OTAN hacia el este. Argumentó que sólo una retirada militar de la OTAN de Europa del Este podría ayudar a poner fin a la guerra.
«Para resolver el conflicto hay que abordar estas causas profundas», insistió Ryabkov.
La OTAN mantiene actualmente una fuerte presencia en Europa Oriental, con grupos de combate y brigadas multinacionales estacionados en Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Hungría. Tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022, la Alianza incrementó significativamente sus niveles de tropas y sus despliegues rotatorios en la región.
En una actualización del 6 de junio, la OTAN destacó que estos ocho grupos de combate multinacionales «demuestran la fortaleza del vínculo transatlántico y la solidaridad, determinación y capacidad de la Alianza para responder a cualquier agresión».
Además, Finlandia y Suecia se han unido a la OTAN desde el comienzo de la guerra, dos Estados históricamente neutrales que ahora citan la agresión rusa como razón principal para su adhesión.
Las declaraciones de Ryabkov ponen de manifiesto una hostilidad cada vez mayor hacia la OTAN, en un momento en que el Kremlin trata de reconstruir la guerra de Ucrania como parte de una lucha geopolítica más amplia con Occidente. Aunque en un principio Moscú justificó su invasión alegando que pretendía «desmilitarizar» y «desnazificar» Ucrania, el foco de atención se ha desplazado cada vez más hacia la presencia de la OTAN en Europa.
El hecho de que el funcionario ruso señalara a la OTAN como la causa principal de la guerra indica el intento de Moscú de redirigir tanto la culpa como los términos de la negociación. Sin embargo, no hay indicios de que la OTAN esté considerando la posibilidad de retirarse del Báltico, ni Ucrania ha sugerido que vaya a abandonar su orientación occidental.
Anteriormente, Bruno Kahl, jefe del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND), advirtió de que Rusia pretende poner a prueba la determinación de la OTAN ampliando su confrontación con Occidente más allá de Ucrania.
El jefe de la agencia declaró que el BND posee información de inteligencia clara que indica que los funcionarios rusos ya no ven los compromisos de defensa colectiva de la OTAN como prácticamente ejecutables.
«Estamos bastante seguros, y tenemos información de inteligencia que lo demuestra, de que Ucrania es sólo un paso en el viaje hacia el oeste», dijo Kahl.
«No necesitan enviar ejércitos de tanques para eso», dijo. «Basta con enviar hombrecillos verdes a Estonia para proteger a las minorías rusas supuestamente oprimidas».
The statement reflects a notable evolution in Russia’s public demands. Moscow had previously said Ukraine’s NATO ambitions were a red line, but Ryabkov’s latest comments broaden that stance significantly—implying that NATO’s existing deployments in Estonia, Latvia, and Lithuania are also unacceptable.
