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Kyiv acoge la quinta Cumbre de Primeras Damas y Caballeros, centrada en la educación global y la consolidación de la paz

El 10 de septiembre, Kyiv dio la bienvenida a primeras damas, dignatarios y expertos destacados de todo el mundo con motivo de la Cumbre del Quinto Aniversario de Primeras Damas y Caballeros, un foro dedicado a explorar la educación como motor de la paz, la resiliencia y el progreso mundial.
Bajo el título «La educación que da forma al mundo», el evento de este año reunió a representantes de más de diez países, destacados académicos, educadores, activistas y figuras culturales para debatir sobre el papel de la educación en el fomento de la resiliencia, la promoción de una cultura de paz y la preparación de las generaciones futuras.
En la inauguración de la cumbre, la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, destacó que, incluso en tiempos de guerra, Ucrania sigue estando en el centro del diálogo mundial:
«Hoy ustedes nos están ayudando a los ucranianos a sentir que la vida, en su sentido normal, continúa. No solo estamos defendiendo nuestro derecho a existir, sino que también estamos demostrando que podemos seguir estando en el centro de los acontecimientos mundiales», afirmó.


Zelenska destacó que la educación siempre tiene que ver con el futuro y es una prueba de la fe en el progreso y la victoria:
«Si no creemos, no soñamos, no esperamos, ¿por qué deberíamos hablar de educación? La educación es una prueba de nuestra fe común en la vida, el desarrollo y la victoria».
Recordó un proverbio africano popularizado por la primera dama de Estados Unidos, Hillary Clinton: «Se necesita un pueblo para criar a un niño». Zelenska añadió: «Durante estos dos días, nos convertiremos en ese pueblo que, juntos, cría a un niño feliz para el futuro».


La cumbre se inauguró con la presentación del estudio educativo internacional «La educación como herramienta para desarrollar la resiliencia personal, el capital social nacional y una cultura de paz». La investigación abarcó a estudiantes de entre 15 y 17 años, así como a sus padres y maestros, y se centró en las habilidades sociales y emocionales, el papel de las tecnologías digitales y el desarrollo de una cultura de paz.
Entre los ponentes se encontraban Nataliia Dmytrenko, jefa del Servicio de Análisis y Seguimiento de la Oficina del Presidente de Ucrania; Andreas Schleicher, director de Educación y Competencias de la OCDE; y Yevhen Kudriavtsev, viceministro primero de Educación y Ciencia de Ucrania, quien presentó los resultados nacionales de Ucrania.



Entre los invitados de honor se encontraban las primeras damas de Austria, Estonia, Finlandia, Alemania, Lituania y Serbia, así como el primer caballero de Dinamarca. A lo largo de dos días, se celebrarán más de 19 eventos, entre los que se incluyen conferencias, mesas redondas, sesiones interactivas y visitas a instituciones educativas y culturales ucranianas.
El ministro de Educación y Ciencia de Ucrania, Oksen Lisovyi, destacó en su discurso inaugural que la educación en tiempos de guerra se convierte en un pilar fundamental para la sociedad:
«La educación no es un privilegio. Es un derecho fundamental que no puede revocarse bajo ninguna circunstancia. En tiempos de guerra, la educación se convierte en una fuerza: ayuda a los niños y jóvenes a no perder su orientación, sostiene a las comunidades y construye valores y herramientas para la autorrealización y la reconstrucción del país tras la destrucción».

Lisovyi destacó que el conocimiento y el pensamiento crítico son el único antídoto contra la propaganda y la desinformación:
«Ningún ejército del mundo es capaz de contrarrestar los discursos inhumanos o la propaganda cada vez más sofisticada. Solo la educación, solo el conocimiento, solo la capacidad de analizar y pensar críticamente pueden lograrlo».

Para concluir su intervención, el ministro afirmó que las generaciones futuras deben convertirse en una garantía firme de paz y seguridad:
«La educación da esperanza y fe en el mañana, la confianza en que el futuro existirá y que será próspero. Estoy convencido de que esta Cumbre nos ayudará a encontrar respuestas comunes para garantizar que la educación siga siendo un derecho inquebrantable y una clave para el desarrollo de nuestros países y del mundo».






