La OTAN podría permitir pronto a sus aliados derribar aviones rusos sin previo aviso

La OTAN está manteniendo conversaciones para establecer normas más claras que faciliten el derribo de aviones rusos que transporten misiles sobre el espacio aéreo aliado, según informó The Telegraph el 15 de octubre.

Los jefes de Defensa están elaborando un conjunto unificado de directrices de intervención destinadas a eliminar las inconsistencias entre las normas de intervención de los Estados miembros.

Según una fuente informada sobre las conversaciones, «el armamento y la trayectoria» de cualquier avión serían los factores determinantes para percibir una amenaza. La medida se produce en un momento en que Europa se enfrenta a riesgos cada vez mayores por parte de los aviones y drones rusos.

La cuestión será debatida por los ministros de Defensa durante una reunión de la OTAN en Bruselas el miércoles. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó que las conversaciones «reforzarán aún más nuestra postura de disuasión y defensa, especialmente a la luz de los recientes incidentes».

Según se informa, el general estadounidense Alexus Grynkewich, comandante supremo aliado de la OTAN en Europa, ha pedido un «sistema único y unificado de defensa aérea y antimisiles» para agilizar las respuestas a las provocaciones de Moscú.

Dicho sistema eliminaría las «salvedades nacionales», restricciones que impiden a un solo comandante autorizar el uso de la fuerza en misiones compartidas de la OTAN.

«Intentar crear un sistema de defensa aérea y antimisiles más unificado, único e integrado tiene sentido», declaró un alto diplomático de la OTAN al diario The Telegraph. «Todos debemos analizar con atención y espíritu crítico si esas restricciones siguen teniendo sentido».

Actualmente, los Estados miembros operan con diferentes protocolos de intervención. Algunos países, como Italia y España, exigen a los pilotos que confirmen visualmente la situación antes de actuar, mientras que otros permiten la intervención basándose en los datos del radar.

El debate se intensificó tras las recientes violaciones del espacio aéreo ruso. El mes pasado, tres aviones de combate MiG rusos cruzaron el espacio aéreo estonio, lo que provocó que los F-35 italianos los interceptaran. La inteligencia de la OTAN determinó posteriormente que los aviones rusos llevaban misiles aire-aire, pero no representaban una amenaza directa. En septiembre, diecinueve drones rusos fueron derribados o se estrellaron en Polonia.

La OTAN está considerando además fusionar sus tres misiones de defensa aérea en el este —Eastern Sentry, Baltic Sentry y la misión de apoyo a Ucrania con base en Polonia—para otorgar una mayor flexibilidad operativa.

Estonia y otras naciones bálticas están presionando para elevar la vigilancia aérea a la categoría de defensa aérea plena, aunque los miembros más cautelosos argumentan que tales medidas solo deberían aplicarse en tiempo de guerra, ya que requerirían el cierre del espacio aéreo civil y la intervención automática ante cualquier aeronave rusa no autorizada.

Anteriormente, se informó de que las autoridades polacas habían descubierto pruebas de que Rusia llevaba meses preparando ataques transfronterizos con drones, incluyendo pruebas de conectividad con las redes móviles polacas mediante la instalación de tarjetas SIM polacas en los drones.

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