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Las autoridades ucranianas condenan a una mujer sorprendida cartografiando emplazamientos militares con su hijo
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Dariia Mykhailenko]( "Photo of Dariia Mykhailenko")
Una agente rusa ha sido condenada a 15 años de cárcel. Mientras paseaba con su hijo de seis años, fotografió instalaciones militares en Odesa y marcó sus coordenadas en Google Maps, según informó el 1 de agosto el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
"Basándose en las pruebas de la contrainteligencia militar y de los investigadores del Servicio de Seguridad, otro agente ruso ha sido condenado a 15 años de prisión con confiscación de bienes. Actuando en nombre del FSB, recogió coordenadas para ataques a gran escala con misiles y drones sobre Odesa", reza el comunicado.
La mujer, una desempleada de 39 años residente en Odesa, fue reclutada por la inteligencia rusa para ayudar a coordinar ataques aéreos dirigidos contra las Fuerzas de Defensa de Ucrania. Según la investigación, sus objetivos principales eran bases del Cuerpo de Marines de Ucrania, unidades de guardia de fronteras y oficinas de alistamiento militar.
Al parecer, apoyaba la ocupación rusa de Odesa y compartía sus opiniones en canales prorrusos de Telegram. Bajo el pretexto de pasear con su hijo de seis años, la agente fotografió instalaciones militares y marcó sus coordenadas en Google Maps utilizando su teléfono móvil, informó el SBU.
A cambio de su cooperación, recibió «garantías» de su controlador prometiéndole ayuda con rutas de escape a Rusia a través de terceros países.
Sin embargo, los agentes del SBU descubrieron el plan y detuvieron a la mujer antes de que pudiera cometer ningún atentado. Durante el registro, las autoridades se incautaron del teléfono y la tableta que utilizaba para comunicarse con el enemigo.
Un tribunal ucraniano la declaró culpable en virtud de la segunda parte del artículo 111 del Código Penal: alta traición cometida bajo la ley marcial.
Anteriormente, el Servicio de Seguridad ucraniano frustró una operación encubierta de los servicios de inteligencia bielorrusos destinada a recopilar información militar sensible cerca de la frontera septentrional del país.
