- Categoría
- Últimas noticias
Las nuevas órdenes de Putin podrían remodelar Internet en Rusia: Esto es lo que sigue

El 17 de julio, el dirigente ruso Vladimir Putin dio instrucciones a su gobierno para que propusiera nuevas restricciones a los programas informáticos procedentes de los llamados países «hostiles». Esta directiva figura en la lista de órdenes del jefe de Estado, publicada en el sitio web oficial del Kremlin.
La medida llega tras una reunión con empresarios a finales de mayo, en la que Putin insistió en la necesidad de reducir la dependencia de plataformas tecnológicas extranjeras como Zoom y Microsoft, alegando que limitan el desarrollo del sector informático nacional ruso. El Ministerio de Desarrollo Digital confirmó su disposición a actuar: «Él dio la orden: nosotros actuaremos».
A raíz de esta directiva, el vicepresidente del Comité de Política de Información de la Duma Estatal, Anton Gorelkin, advirtió de que WhatsApp -propiedad de Meta, calificada de organización extremista en Rusia- podría ser prohibida en breve. También sugirió que la plataforma de mensajería nacional de VK, Max, podría ocupar el lugar de WhatsApp en el mercado ruso.
Al mismo tiempo, surgieron informes de que Telegram podría estar preparándose para establecer una presencia legal oficial en Rusia. Una inscripción en el registro de Roskomnadzor indica que la plataforma podría haber iniciado el proceso de creación de una entidad local, un paso exigido por la llamada«ley de aterrizaje» rusa para las empresas tecnológicas extranjeras. El estado de esta solicitud está marcado como «en revisión», y no está claro si se ha realizado una presentación formal.
El fundador de Telegram, Pavel Durov, respondió a las especulaciones volviendo a publicar una declaración anterior:
«Quizá no se trate de errores inocentes de los medios, sino de una campaña coordinada para desacreditar a Telegram», añadiendo simplemente: «100%».
Fuentes cercanas tanto a la empresa como al gobierno ruso dijeron a The Bell que no tienen conocimiento de ningún plan activo para abrir una oficina local. Roskomnadzor también confirmó que no había recibido ninguna confirmación oficial de Telegram.
No es la primera vez que Telegram entra en conflicto con las autoridades rusas. En 2018, el gobierno intentó bloquear la aplicación después de que se negara a entregar las claves de cifrado a los servicios de seguridad. La prohibición resultó en gran medida ineficaz. En 2020, se levantó el bloqueo y las autoridades afirmaron que Telegram había demostrado su disposición a «luchar contra el terrorismo y el extremismo».
La situación jurídica y operativa de Telegram sigue siendo turbia. La plataforma está registrada en las Islas Vírgenes Británicas -un territorio británico de ultramar tachado ahora de «hostil» por Moscú-, mientras que su sede operativa está en los Emiratos Árabes Unidos, que no lo es. Gorelkin reconoció esta zona gris y dijo que Telegram probablemente no sería prohibida «especialmente si sigue cumpliendo las leyes rusas y demuestra interés en permanecer en el mercado».
Telegram ya ha cumplido dos de los tres requisitos de la ley de aterrizaje: ha registrado un formulario de comentarios para los usuarios y ha creado una cuenta oficial en el portal Roskomnadzor. Apenas un año antes no se había dado ninguno de estos pasos.
Mientras tanto, WhatsApp sigue siendo el mensajero más utilizado en Rusia, ya que llega mensualmente al 78-79% de la población, según Mediascope. Telegram le sigue de cerca, con una cuota creciente del 70-73,5%. Otros servicios digitales líderes en Rusia son VKontakte, Yandex y Google.
Los acontecimientos en torno a Telegram forman parte de una tendencia más amplia, de años de duración, de crecientes restricciones a Internet en Rusia:
2016: Rusia bloquea LinkedIn, la mayor red social del mundo para conexiones profesionales, alegando violaciones de las leyes de localización de datos;
2018: Las autoridades intentan bloquear Telegram por negarse a facilitar claves de cifrado. El bloqueo de Telegram se levanta después de que las autoridades citaran su cooperación contra el extremismo.
2021: El regulador estatal Roskomnadzor pone en el punto de mira al navegador Tor y lanza la primera oleada de restricciones a los servicios VPN, marcando un asalto más amplio a las herramientas de anonimato en línea.
2022: Facebook e Instagram están oficialmente prohibidos. Twitter, que antes estaba limitado, ahora está totalmente bloqueado. Una lista cada vez mayor de plataformas -entre ellas Chess.com, Patreon, Google News y numerosos medios de comunicación independientes rusos- se vuelven inaccesibles.
2024: Viber, Discord y Signal están bloqueados. En algunas regiones, las autoridades empiezan a cortar Internet móvil, y WhatsApp y Telegram sufren interrupciones esporádicas. YouTube queda bloqueado. El popular sitio de fanfiction Ficbook se vuelve inaccesible.
2025: Los sitios web que utilizan Cloudflare, en los que a menudo se confía para eludir la censura, empiezan a fallar. Los cortes de Internet, tanto móviles como por cable, se vuelven habituales en muchas partes del país.
Anteriormente, se informó de que Rusia está inundando los canales de Telegram con comentarios falsos para manipular la opinión pública en los territorios ocupados de Ucrania, según una nueva investigación de OpenMinds y el Laboratorio de Investigación Forense Digital.






