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Rusia califica de desertores a soldados desaparecidos para ocultar bajas en la guerra

Una investigación conjunta de The Kyiv Independent y el medio ruso iStories ha revelado una práctica sistemática del ejército ruso de reclasificar a soldados desaparecidos como desertores para ocultar el número real de bajas de guerra. La investigación, publicada el 28 de julio, detalla cómo se está utilizando esta reclasificación para ocultar las bajas en el campo de batalla en la actual guerra contra Ucrania.
Cientos -y potencialmente miles- de soldados rusos desaparecidos en combate están siendo catalogados oficialmente como «desertores», una designación que priva a sus familias de la compensación económica que normalmente se concede a aquellos cuyos familiares han muerto en combate.
Un ejemplo citado es el de Dmitry Tsarev, recluta ruso desplegado en Ucrania en 2022, cuyo cuerpo nunca se recuperó después de que su unidad sufriera graves pérdidas. Más tarde se informó a su familia de que había «abandonado voluntariamente su unidad», y las autoridades militares le asignaron la condición de desertor. «Nos dijeron que Dmitry había huido. Pero eso es imposible: estaba orgulloso de servir», declaró la madre de Tsarev a iStories.

Oficialmente, la legislación rusa estipula que si un soldado figura como desaparecido, las familias tienen derecho a una indemnización comparable a la de los muertos en combate. Sin embargo, el cambio de estatus a «deserción» invalida esos derechos, dejando a las familias tanto sin cierre como sin ayuda financiera.
El abogado de derechos humanos Pavel Chikov, de Agora, señaló: «Al clasificar a los militares desaparecidos como desertores, el Ministerio de Defensa no sólo se libera de sus obligaciones financieras, sino que también borra estas muertes de las estadísticas».
La investigación cita también un número creciente de casos de soldados que desaparecen tras ser desplegados en zonas de alto riesgo, como Bajmut o Avdiivka.
En lugar de ser declarados desaparecidos o dados por muertos, se les expulsa de los registros oficiales o se les etiqueta como fugitivos, lo que también dificulta los esfuerzos de identificación por parte de organizaciones independientes.
La política de reclasificación también ha tenido consecuencias jurídicas. En muchos casos, las familias que han impugnado ante los tribunales la condición de «desertor» se han encontrado con documentación clasificada, acceso restringido a los registros militares o la negativa rotunda de los funcionarios locales a prestarles asistencia.
Desde julio de 2025, los observadores de derechos humanos afirman que en Rusia no existe ningún mecanismo claro para que las familias verifiquen de forma independiente la suerte de un soldado si el Ministerio de Defensa lo declara desertor. Este vacío legal sigue negando a miles de familiares la verdad y la rendición de cuentas.
Mientras tanto, se informó de que el 41º Ejército de Rusia se enfrenta al colapso, con documentos internos filtrados que indican cifras extremadamente altas de militares dados por desaparecidos y desertores; por ejemplo, una brigada informó de un número casi igual de personal que figuraba como muerto, desaparecido y desertor, lo que ilustra la escala de reclasificación utilizada para ocultar bajas.


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