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Según informes, Trump está dispuesto a sancionar a la flota fantasma de Rusia si no se alcanza un alto el fuego antes del 8 de agosto
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pretende imponer sanciones a la denominada flota fantasma de petroleros rusos a menos que Moscú acepte un alto el fuego en Ucrania antes del 8 de agosto. La flota, que ha permitido a Rusia eludir los límites internacionales de precios sobre sus exportaciones de petróleo, abastece principalmente a China y la India, según informó el Financial Times el 5 de agosto.
Esta posible medida se produce tras el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, con Trump cada vez más frustrado por la negativa del líder ruso Vladimir Putin a participar en las conversaciones de paz. Trump también ha expresado abiertamente su descontento por la continua compra de petróleo ruso por parte de la India, a la que planea imponer importantes aumentos de aranceles.
Las sanciones, que se aplicarían a buques concretos de la flota rusa, tienen como objetivo aumentar la presión sobre Moscú cortando el acceso a los mercados occidentales. Las sanciones anteriores a los petroleros rusos, que afectaban a 213 buques, ya han repercutido en la productividad de la flota, ya que los buques sancionados han visto reducida drásticamente la cantidad de crudo ruso que transportan, según el Financial Times.
La administración de Trump también ha considerado la posibilidad de imponer sanciones secundarias a los países que facilitan el comercio con Rusia, lo que ampliaría aún más la presión económica. La introducción de sanciones secundarias y la posibilidad de aplicar aranceles elevados a los países que compran productos energéticos rusos indica un cambio hacia medidas más agresivas si Rusia sigue negándose a negociar.
Mientras continúan las conversaciones con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, Trump ha hecho hincapié en la necesidad de que Rusia comprenda que, si no cesa las hostilidades, sufrirá graves repercusiones económicas. La administración de Trump, con un apoyo bipartidista cada vez mayor, está preparando medidas adicionales para reforzar este ultimátum, instando a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones o enfrentarse a un mayor aislamiento.
«Hablamos de sanciones contra Rusia», dijo Zelenskyy en una llamada telefónica con Trump el 5 de agosto. «Su economía sigue cayendo y por eso Moscú está tan atenta a esta perspectiva... Esto puede cambiar mucho las cosas».
Además de las sanciones a la flota fantasma, un proyecto de ley respaldado por los senadores Lindsey Graham y Richard Blumenthal propone aranceles de hasta el 500 % a los países que sigan comprando productos energéticos rusos, lo que demuestra el compromiso cada vez mayor de Estados Unidos de frenar financieramente los esfuerzos bélicos de Rusia.
Anteriormente, se informó de que la UE había tomado medidas para paralizar la maquinaria bélica rusa con el decimoctavo paquete de sanciones, dirigido contra el suministro de petróleo y la flota paralela. La Unión Europea había adoptado lo que los funcionarios califican como uno de los paquetes de sanciones más duros hasta la fecha contra Rusia, como parte de los esfuerzos continuos por frenar la economía de guerra de Moscú, según declaró la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas.
