Los ataques rusos sumen a Kyiv en la oscuridad y paralizan parcialmente el suministro eléctrico, el agua y el transporte

Durante la noche del 9 de octubre, muchos residentes de Kyiv notaron que se había ido la luz. La alerta de ataque aéreo ya llevaba varias horas, por lo que la causa era clara para los ucranianos, que se encuentran ahora en su cuarto año de guerra: otro ataque ruso. Alrededor de las 3 de la madrugada, los informes confirmaron que un dron ruso Shahed había impactado en un edificio residencial en el centro de la ciudad. Varios apartamentos se incendiaron y los bomberos lucharon contra las llamas durante unas dos horas.

En total, Rusia dejó 12 heridos en los ataques, ocho de los cuales fueron hospitalizados. En esta ocasión, no se registraron víctimas mortales. Los escombros cayeron en varios distritos de la capital, pero los daños se controlaron rápidamente.

Kyiv se enfrenta a cortes de electricidad en toda la ciudad

Pronto quedó claro que la infraestructura crítica de Kyiv era el principal objetivo ruso del ataque nocturno. Toda la ribera izquierda de Kyiv, junto con varios otros barrios, se quedó sin electricidad. Se reportaron interrupciones en el suministro de agua en varios distritos, y los residentes estuvieron varias horas sin agua. Al momento de escribir este artículo, aún no está claro cuándo se restablecerán los servicios. Las autoridades municipales describieron la situación como «difícil», aunque no se han dado a conocer detalles oficiales sobre los daños.

El corte de electricidad en una ciudad con más de tres millones de habitantes durante el día paralizó parcialmente el sistema de transporte. Varias líneas de metro fueron cerradas y una sección de la red perdió la conexión entre las orillas derecha e izquierda del río Dniéper. Las rutas de trolebuses también se vieron interrumpidas en algunas zonas, lo que llevó a la ciudad a desplegar autobuses adicionales.

Las escuelas y universidades sin electricidad ni agua han pasado a la enseñanza a distancia. Algunas de estas instituciones se han convertido en «puntos de invencibilidad», lugares alimentados por generadores donde los residentes pueden cargar sus teléfonos, acceder a Internet y mantenerse conectados.

No es el primer apagón que sufre Kyiv, aunque la ciudad llevaba muchos meses sin sufrir ninguno. Rusia ha intensificado recientemente sus ataques y, según fuentes del Financial Times, el ejército ruso ha mejorado sus misiles balísticos, lo que los hace más difíciles de interceptar, incluso para los sistemas Patriot estadounidenses. Las infraestructuras civiles siguen siendo un objetivo clave de los ataques rusos.

Ataques contra la infraestructura energética por todo el país

Esa misma noche, muchas otras ciudades ucranianas también fueron atacadas. Rusia lanzó misiles Kinzhal e Iskander, así como bombas guiadas KAB. Se reportaron explosiones en Dnipro, Kryvyi Rih, Kamianske y Sumy. En Zaporizhzhia, los ataques rusos mataron a un niño de siete años. Los objetivos principales eran las instalaciones energéticas. El objetivo de Rusia: sumir a Ucrania en la oscuridad, sin luz, agua ni calefacción.

Los ataques rusos han destruido más del 60 % de la producción local de gas del país, lo que supone una grave amenaza para el suministro de calefacción este invierno, según ha declarado el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Mientras tanto, los continuos ataques rusos contra la infraestructura energética ucraniana agravan el problema. Los socios internacionales están interviniendo para ayudar a financiar la compra de gas y las importaciones de energía. No obstante, siguen siendo esenciales las medidas defensivas y contraofensivas, como el suministro de misiles de largo alcance capaces de destruir las instalaciones militares rusas implicadas en la producción y el lanzamiento de misiles, incluidas fábricas, instalaciones de componentes y aeródromos.

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