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¿Por qué Trump no puede poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania?

Donald Trump afirmó repetidamente durante su campaña presidencial que podría poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas si fuera elegido, asegurando que su enfoque de la diplomacia y su relación con el líder ruso Vladimir Putin le permitirían negociar un rápido alto el fuego. Sin embargo, desde que asumió la presidencia, la guerra rusa se ha prolongado durante más de otros 100 días, las negociaciones para el alto el fuego se han enredado una y otra vez en la retórica, e incluso algunos de los más altos funcionarios estadounidenses han propuesto ahora abandonar por completo los esfuerzos de resolución. Esto hace que hasta el menos curioso se pregunte: «¿qué ha ido mal?»
Las promesas de Trump y la realidad del conflicto
Promesas de Trump sobre la guerra en Ucrania
Durante su campaña presidencial de 2024, Donald Trump hizo varias promesas audaces en relación con la guerra de Rusia en Ucrania, posicionándose como un pacificador, capaz de llevar rápidamente a Ucrania y Rusia a la mesa de negociaciones. Algunas de las principales promesas asociadas que hizo con esta declaración son las siguientes:
Un alto el fuego inmediato: Trump afirmó que podría poner fin a la guerra a las 24 horas de asumir el cargo, afirmando que negociaría directamente con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, para detener los combates.
Reducción de la implicación estadounidense: Se comprometió a detener el «interminable flujo de tesoros estadounidenses a Ucrania», sugiriendo que las naciones europeas deberían asumir una mayor parte de la carga financiera para la defensa de Ucrania.
Reevaluación del papel de la OTAN: Trump propuso una reevaluación fundamental del propósito y la misión de la OTAN, lo que indica un posible cambio en la política exterior estadounidense hacia la alianza.
Sin embargo, desde la llegada de Trump a la presidencia, parece que la Administración del 47º presidente se ha dado cuenta de la verdadera complejidad de la guerra, atemperando gradualmente su retórica con las duras realidades geopolíticas que salen a la luz a diario. Así lo demuestran las propias declaraciones de Trump: en una entrevista de marzo de 2025, describió su anterior afirmación de las 24 horas como «un poco sarcástica», reconociendo las complejidades que entraña el inicio de una resolución.

A pesar de haber iniciado conversaciones directas tanto con Vladimir Putin como con Volodymyr Zelenskyy, no se han logrado avances sustanciales hacia la paz. Estados Unidos negoció un alto el fuego limitado en marzo de 2025, suspendiendo los ataques a las infraestructuras energéticas y del Mar Negro durante 30 días, pero las negociaciones de paz más amplias se han estancado.
Realidad del conflicto en Ucrania
En junio de 2025, la guerra en Ucrania seguía siendo prolongada e intensa, con intensos combates concentrados en las regiones del este y el sur, especialmente en Donetsk, Luhansk y Kherson. Mientras las fuerzas rusas siguen avanzando poco a poco, Ucrania ha lanzado varias contraofensivas, como la importante «Ofensiva de Kursk» y la operación transfronteriza en el óblast ruso de Belgorod. A pesar de los cambios territoriales, la guerra no muestra signos de resolución inmediata, y ambos bandos han sufrido numerosas bajas. Según Naciones Unidas, han muerto más de 45.000 civiles, y el impacto humanitario sigue aumentando, especialmente en las zonas bajo control ucraniano. La guerra tecnológica, en particular los ataques con drones, se ha convertido en un rasgo definitorio de la estrategia militar ucraniana, con operaciones como «Telaraña», que muestran sus crecientes capacidades.

Los esfuerzos diplomáticos, como las recientes conversaciones de paz en Estambul, han dado escasos resultados: ambas partes han acordado el intercambio de prisioneros, pero no han logrado un alto el fuego. Ucrania sigue presionando para que se endurezcan las sanciones contra Rusia, mientras que la ayuda militar europea y estadounidense sigue siendo fundamental para la defensa de Ucrania, aunque persisten los problemas para sustituir los avanzados sistemas militares estadounidenses. A pesar del continuo apoyo internacional, el camino hacia la paz sigue siendo incierto y la guerra no muestra signos de terminar en un futuro inmediato, aunque continúan las negociaciones.
Obstáculos en las negociaciones de paz
Negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia
Actualmente, las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania siguen estancadas, con ambas partes atrincheradas en sus posiciones. La ronda de conversaciones más reciente, celebrada en Estambul, se saldó con acuerdos limitados, principalmente sobre cuestiones humanitarias como el intercambio de prisioneros y la repatriación de los cuerpos de los soldados fallecidos. Sin embargo, persisten diferencias significativas sobre cuestiones clave, como las disputas territoriales, las aspiraciones de Ucrania a la OTAN y las garantías de seguridad. Las exigencias de Rusia para que Ucrania reconozca sus anexiones y adopte una postura neutral han sido firmemente rechazadas por Kyiv, que insiste en su soberanía e integridad territorial.

A pesar de estos retos, continúan los esfuerzos diplomáticos, con actores internacionales como Estados Unidos y las naciones europeas abogando por un alto el fuego general y un acuerdo de paz duradero. Sin embargo, el camino hacia la paz sigue siendo incierto, ya que ambas partes se preparan para posibles escaladas y la situación humanitaria continúa deteriorándose. La comunidad internacional sigue comprometida, pero las perspectivas de resolución dependen de concesiones significativas y de la confianza mutua, de las que actualmente se carece.
Postura de Zelenskyy
A lo largo de las negociaciones de paz, el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, se ha mantenido firme en su rechazo a las exigencias de paz de Rusia, considerándolas inaceptables y similares a ultimátums. Ha insistido en que Ucrania no aceptará ningún alto el fuego o acuerdo de paz que permita a las fuerzas rusas permanecer en suelo ucraniano o que imponga condiciones que socaven la soberanía de Ucrania. Zelenskyy ha pedido la retirada total de las tropas rusas, el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania—incluida Crimea—y la rendición de cuentas por los crímenes de guerra. También ha propuesto un plan de paz de 10 puntos, que incluye disposiciones sobre seguridad nuclear, seguridad alimentaria y energética, devolución de prisioneros y garantías internacionales de seguridad.

En respuesta a las recientes propuestas rusas de alto el fuego, Zelenskyy las ha tachado de «maximalistas» e improductivas a menos que conduzcan a negociaciones directas con el Presidente ruso Vladimir Putin. Ha expresado su disposición a entablar conversaciones directas con Putin, pero insiste en que cualquier diálogo significativo debe basarse en un alto el fuego total y en el respeto de la soberanía de Ucrania. Zelenskyy también ha criticado la exclusión de Ucrania de las conversaciones de paz, afirmando que cualquier negociación en la que participe Ucrania debe incluir representación ucraniana, adhiriéndose al principio de «Nada sobre Ucrania sin Ucrania».
Posición de Putin
Por el contrario, el líder ruso Vladimir Putin ha mantenido una postura firme en las negociaciones con Ucrania, presentando una serie de exigencias que Ucrania ha considerado inaceptables. Estas condiciones incluyen la retirada total de las fuerzas ucranianas de todos los territorios reclamados por Rusia, incluidas las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia, así como Crimea. Putin insiste en la renuncia formal de Ucrania a pertenecer a la OTAN y en el establecimiento de un estatus neutral y no alineado. Otras exigencias incluyen el reconocimiento del ruso como lengua oficial, la prohibición de la «glorificación y propaganda del nazismo y el neonazismo» y la disolución de los grupos nacionalistas. Además, Rusia busca el levantamiento de las sanciones internacionales y la resolución de las cuestiones relacionadas con los activos soberanos rusos congelados en Occidente. A pesar de presentar estas propuestas, Putin ha continuado las operaciones militares, indicando que Rusia sólo aceptará un acuerdo en sus términos y persistirá en la lucha hasta que se cumplan dichos términos.
La relación entre Trump y Putin
Impacto de su vínculo en la guerra
El progreso de las negociaciones de paz se ha visto aún más entorpecido por lo que el Presidente de Estados Unidos afirmó que sería decisivo en sus esfuerzos por ponerle fin rápidamente: su relación personal con el líder ruso Vladimir Putin.

Desde su toma de posesión en enero de 2025, Trump ha expresado su confianza en su capacidad de negociar directamente con Putin para poner fin a la guerra. En una llamada telefónica en febrero de 2025, Trump y Putin acordaron iniciar conversaciones de paz, y Trump afirmó que podría mediar en un acuerdo rápido entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, el enfoque de Trump ha suscitado críticas. Se le ha acusado de presionar a Ucrania para que haga concesiones, incluidas propuestas para compartir los recursos minerales de Ucrania a cambio de un apoyo continuado de Estados Unidos, una medida que se considera que socava la soberanía de Ucrania. Su postura ha tensado las relaciones con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, que insiste en que cualquier acuerdo de paz debe respetar la integridad territorial de Ucrania.
A pesar de estas tensiones, Trump sigue dialogando con Putin. Recientemente, Trump ha expresado su frustración con las acciones de Putin, llamándole «absolutamente loco» y acusándole de «jugar con fuego» en respuesta a las escaladas rusas en la guerra. Aunque su relación ha estado marcada tanto por la cooperación como por el conflicto, el compromiso de Trump con Putin sigue siendo un elemento clave que influye en la dinámica diplomática y militar de la guerra.




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