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Soldados desaparecidos en la guerra rusa contra Ucrania: sistema de búsqueda e identificación

En la guerra en curso de Rusia contra Ucrania, la identificación y repatriación de los soldados caídos se han convertido en componentes críticos de las operaciones militares y los esfuerzos humanitarios. Ucrania ha desarrollado un enfoque polifacético—con un énfasis en el uso de los bancos de ADN y la tecnología de reconocimiento facial—para hacer frente a este reto, combinando tecnología avanzada, iniciativas de voluntarios y marcos jurídicos para garantizar que tanto los soldados ucranianos como los rusos reciban un trato digno y que sus familias estén informadas.
Cómo funciona la búsqueda de soldados
Sistema estatal de identificación
Uno de los avances tecnológicos más notables empleados por Ucrania es el uso de software de reconocimiento facial. En marzo de 2022, el Ministerio de Transformación Digital de Ucrania empezó a utilizar la tecnología de reconocimiento facial de Clearview AI para identificar a soldados rusos perdidos en combate. Este software escanea imágenes disponibles públicamente en Internet para cotejar rostros y rastrear las identidades de los soldados caídos. Una vez identificados, las autoridades ucranianas se ponen en contacto con las familias para informarles de la muerte de sus parientes y facilitar la repatriación de los cuerpos.

Además del reconocimiento facial, Ucrania ha implantado un sistema nacional de identificación por ADN para ayudar a identificar a los soldados caídos. El Centro de Contabilidad de Información Genómica recoge y almacena muestras biológicas del personal militar, creando una base de datos a la que se puede acceder en los casos en que no es posible la identificación visual. Este sistema de análisis genético pretende agilizar el proceso de identificación y garantizar que todos los soldados, independientemente del estado de sus restos, puedan ser identificados correctamente y devueltos a sus familias. Gracias a la adopción de esta tecnología biométrica por parte del gobierno ucraniano, muchas familias de soldados caídos pueden consolarse conociendo el destino de sus seres queridos.
Muchos grupos de base y organizaciones de voluntarios también se han puesto a la altura de las circunstancias para ayudar en este esfuerzo. Una de ellas, Platsdarm, ha localizado y repatriado a más de 3.000 soldados caídos, tanto ucranianos como rusos, desde el comienzo de la invasión. Suelen trabajar en condiciones peligrosas, a menudo bajo fuego activo, para recuperar cadáveres de zonas del frente y campos de minas. Sus esfuerzos son cruciales para ayudar a las familias y garantizar que los caídos reciban un entierro digno.

Otro grupo de este tipo es Black Tulip, que ha ampliado sus operaciones para incluir la recuperación de cadáveres tanto de la Segunda Guerra Mundial como de la actual guerra de Rusia. Black Tulip colabora estrechamente con el gobierno ucraniano para facilitar el intercambio de cadáveres entre Ucrania y Rusia, garantizando que los soldados de ambos bandos sean devueltos a sus familias.
Otra organización de este tipo es el Grupo Patriota, que ha desempeñado un papel decisivo en la localización de cadáveres, facilitando intercambios y prestando apoyo a las familias de los caídos. Sus esfuerzos han sido vitales para mantener la moral de la población ucraniana y garantizar que se honren los sacrificios de los soldados.

Obstáculos en el proceso
Limitaciones técnicas y legales
Aunque el trabajo realizado por los servicios estatales ucranianos con apoyo tecnológico para identificar y repatriar los restos de soldados ucranianos y rusos caídos ha sido impresionante, no ha estado exento de dificultades. Los escépticos de estos enfoques argumentan que el uso de este tipo de tecnología puede vulnerar el derecho a la intimidad y dar lugar a identificaciones erróneas, especialmente cuando se trata de restos descompuestos. Además, el uso de la tecnología de reconocimiento facial en entornos bélicos ha suscitado debates sobre su potencial de uso indebido y la necesidad de una normativa estricta.
Otro reto ético al que se enfrenta el Estado al completar este trabajo es la posibilidad de que se produzcan identificaciones erróneas. Según un informe de The Guardian, la precisión de la tecnología de reconocimiento facial en casos en los que el cadáver está gravemente descompuesto o herido es cuestionada por los expertos, que temen que dicha tecnología pueda dar lugar a errores en la identificación, causando dolor a las familias equivocadas.
En el ámbito del trabajo de base y voluntario, los retos a los que se enfrentan estas organizaciones adquieren un matiz más práctico, dado que a menudo operan en zonas de combate activo, donde pueden encontrarse bajo fuego intenso. El Ministerio de Defensa ucraniano ha elogiado a estos grupos, pero los expertos coinciden en que sus operaciones deberían estar mejor coordinadas y contar con el apoyo de recursos estatales para garantizar una recuperación más sistemática.

El derecho a conocer la suerte de un ser querido está consagrado en la legislación internacional sobre derechos humanos, especialmente en el contexto de los conflictos armados. Tanto las Convenciones de Ginebra como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos afirman que las familias tienen derecho a conocer la suerte de las personas desaparecidas. Ucrania se enfrenta a dificultades para garantizar que las familias sean informadas de la muerte de sus seres queridos, especialmente en los casos en que los cadáveres no se recuperan o están demasiado dañados para ser identificados. Los grupos de derechos humanos sostienen que la falta de comunicación con las familias y los retrasos en la identificación de los cadáveres violan estas normas internacionales. El Ministerio de Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados de Ucrania y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) son fundamentales para ayudar a recuperar e identificar los cadáveres de ambos bandos. Sin embargo, el CICR informa de que, debido a la guerra en curso y a los problemas logísticos, la organización no ha podido facilitar todos los intercambios necesarios.
Colaboración con familiares
Las familias de los fallecidos han desempeñado un papel decisivo en los procesos de identificación y repatriación de los restos de los soldados caídos, colaborando con organismos gubernamentales, organizaciones de voluntarios y entidades internacionales para garantizar que los restos de sus seres queridos sean debidamente identificados y devueltos. Un ejemplo de esta colaboración fue la creación en 2022 de la Asociación de Familiares de los Defensores de Azovstal, tras la rendición de las fuerzas ucranianas en la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariupol.
Esta organización fue fundada por familiares de los aproximadamente 2.500 militares ucranianos que fueron llevados a cautiverio ruso tras la caída de la planta. Los principales objetivos de la asociación son abogar por la liberación de estos prisioneros, facilitar la comunicación con organizaciones internacionales y prestar apoyo a las familias afectadas. Bajo la dirección de Kateryna Prokopenko, la asociación ha organizado concentraciones, se ha puesto en contacto con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y ha participado en reuniones con las Naciones Unidas y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa para concienciar y recabar apoyo para su causa.

Los familiares han estado a la vanguardia de los esfuerzos de defensa, organizando protestas y manifestaciones públicas para mantener la difícil situación de los soldados caídos en el punto de mira de la opinión pública. Estas actividades no sólo sirven para honrar a los fallecidos, sino también para presionar a los organismos gubernamentales e internacionales para que agilicen los procesos de identificación y repatriación. La visibilidad de estas campañas ha atraído la atención internacional, lo que se ha traducido en un aumento del apoyo y los recursos para las familias.

El papel de las familias en la identificación y repatriación de los cuerpos de soldados caídos en Ucrania es polifacético y vital. A través de la defensa, la colaboración con organizaciones de voluntarios y el compromiso con organismos internacionales, las familias se aseguran de que sus seres queridos sean honrados y recordados. Sus esfuerzos no sólo sirven para poner fin a la tragedia, sino que también ponen de relieve la resistencia y la unidad del pueblo ucraniano frente a la adversidad.




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