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Avance en la investigación de crímenes de guerra: datos pirateados revelan traslados ilegales masivos de niños en territorios ocupados
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Dariia Mykhailenko]( "Photo of Dariia Mykhailenko")
Los especialistas cibernéticos de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania (HUR) han obtenido nuevas pruebas del secuestro a gran escala de niños ucranianos de los territorios temporalmente ocupados.
Según la HUR, el 30 de julio, como parte de una importante operación cibernética, los agentes de inteligencia ucranianos obtuvieron acceso a los servidores del llamado «gobierno de Crimea». Estos servidores contenían documentos que confirmaban el traslado forzoso de niños de las zonas ocupadas de las regiones de Kherson, Zaporizhzhia, Donetsk y Luhansk.
La operación permitió acceder a varios miles de listas de niños deportados, expedientes personales de niños que quedaron sin tutela, así como decisiones ilegales por las que se nombraba a nuevos tutores —ciudadanos de la Federación de Rusia— para los huérfanos reubicados por la fuerza, informó el HUR. También se identificaron las direcciones de los nuevos lugares de residencia y asentamiento de los niños ucranianos secuestrados.
«Ya se han entregado a las fuerzas del orden miles de expedientes que contienen información invaluable para la justicia sobre uno de los mayores crímenes de guerra de Rusia: el secuestro de niños ucranianos. Estos serán analizados e incorporados a los procedimientos penales. Los datos obtenidos ayudarán a localizar y devolver a los niños secuestrados a su patria y a llevar ante la justicia a los responsables de este crimen», declaró Andrii Yusov, representante de la Inteligencia de Defensa de Ucrania.
Anteriormente, tres niños ucranianos fueron repatriados con éxito desde Rusia y los territorios temporalmente ocupados, y ahora se han reunido con sus familias.
Entre los rescatados se encontraban dos adolescentes, de 16 y 17 años, que habían resistido la presión y las amenazas constantes de las fuerzas de ocupación. A pesar de los riesgos, se negaron a asistir a las escuelas gestionadas por Rusia y continuaron estudiando en secreto en una escuela en línea ucraniana.
