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Bajo el fuego de los drones, los civiles de Kupiansk huyen mientras las fuerzas rusas refuerzan su control
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Roman Kohanets]( "Photo of Roman Kohanets")
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A medida que las tropas rusas avanzan en el noreste de Ucrania, los residentes de Kupiansk huyen en condiciones cada vez más peligrosas. La ciudad, cerrada desde finales de septiembre, ahora alberga a soldados rusos, según informó Deutsche Welle el 9 de octubre.
Valentyna, de 75 años, que escapó de las afueras del norte de Kupiansk, dijo a DW que se marchó después de que las tropas rusas entraran en su patio. «Uno de ellos me amenazó con una granada», dijo, y describió al soldado como «muy borracho». Valentyna finalmente llegó a Járkov con la ayuda de voluntarios. «Los bombardeos son terribles. Todo ha quedado destruido», dijo. «Cuando los drones detectan a alguien, se quedan suspendidos en el aire y luego se abalanzan sobre él. Mucha gente está muriendo».
Entre otros residentes que huyeron se encuentra Mykola, de 88 años, de Velyka Shapkivka, cerca de Kupiansk. «De repente, un dron me perseguía», recordó. «Extendí los brazos y dije: "¡Adelante, dispara!"». Mykola, que perdió el contacto con su hijo hace un mes, vive solo en una pequeña habitación, pero tiene una segunda cama para él. «Quiero ir allí», dijo. «Y si me matan, que así sea».
Kupiansk, situada en la región de Járkov, lleva meses sin suministro fiable de electricidad, gas ni agua. Las entregas de ayuda humanitaria se han interrumpido desde el cierre de la ciudad y las organizaciones humanitarias no han podido entrar en ella.
El Centro de Coordinación de Ayuda Humanitaria (RCC) informa de unas 100 solicitudes de evacuación diarias desde la zona, lo que supone un fuerte aumento desde septiembre. «Muchas personas esperan hasta el último momento», afirma Bohdan Yakhno, director regional del RCC. «Cuando intentan marcharse por su cuenta, corren el riesgo de ser atacadas por drones».
La organización internacional Help–Hilfe zur Selbsthilfe ha financiado a trabajadores sociales que ayudan a las personas desplazadas en Járkov. Viktoria, una de estas trabajadoras, ha declarado a DW que es responsable de diez mujeres mayores. «Sé que estas personas no tienen a nadie más que las ayude», afirma.
Anteriormente, se informó de que India y Rusia pretenden aumentar el comercio anual en casi un 50 % en cinco años, y Nueva Delhi está presionando para eliminar las barreras comerciales ante la presión occidental.
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