- Categoría
- Guerra en Ucrania
Putin exige la región de Donetsk, que no ha logrado conquistar en 11 años

Entre las condiciones establecidas por el líder ruso Vladimir Putin durante las conversaciones en Alaska se encuentra la rendición total de la región de Donetsk, parte del territorio soberano de Ucrania. Para Putin, tal concesión sería un regalo: cientos de miles de sus soldados no han logrado tomar la región en más de una década de combates.
Las conversaciones entre el presidente estadounidense Donald Trump y Putin comenzaron el 15 de agosto en Alaska. Ninguna de las partes emitió una declaración pública clara tras la reunión, pero filtraciones a la prensa revelaron que una de las exigencias del líder del Kremlin era la transferencia completa de la región de Donetsk bajo el control de Moscú.
La petición en sí misma suena peculiar, como si Putin ya controlara la región de Donetsk y solo quedara formalizar el acuerdo. En realidad, el ejército ruso está lejos de ocupar toda la región y es muy posible que nunca lo consiga.
Por ejemplo, a principios de agosto, una pequeña unidad rusa logró romper la línea del frente y avanzar unos kilómetros durante varios días. Ese éxito resultó ser efímero. A la semana siguiente, las Fuerzas Armadas de Ucrania recuperaron siete asentamientos de las tropas rusas (Hruzke, Rubizhne, Novovodiane, Petrivka, Vesele, Zolotyi Kolodiaz) y destruyeron más de 1300 soldados rusos junto con más de 200 piezas de equipo. Treinta y siete soldados rusos fueron capturados.
Los contraataques de Ucrania no solo detuvieron la incursión y restablecieron el control sobre los asentamientos, sino que también permitieron avances en varios sectores. Sugerir que la región de Donetsk está en manos de Putin es absurdo.
La región de Donetsk: todavía en manos ucranianas
Las evaluaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses han especulado con la posibilidad de que Rusia tome el control total de Donetsk en los próximos dos meses. Estas afirmaciones suscitan dudas cuando se comparan con los datos históricos, las previsiones y la realidad del campo de batalla.
Antes de la invasión a gran escala, Rusia controlaba menos de la mitad de la región de Donetsk. En julio de 2022, alrededor del 55 % de su territorio estaba bajo ocupación. En agosto de 2025, Rusia controla aproximadamente el 75 % de los 26 517 kilómetros cuadrados de la región. En los últimos 12 meses, ha conquistado menos de 4000 kilómetros cuadrados y, en los últimos tres meses, poco más de 1000. A ese ritmo, el control total llevaría unos 18 meses.
Pero no es tan sencillo. Durante más de seis meses, Rusia no ha logrado capturar Pokrovsk. Kostiantynivka ha resistido el mismo tiempo. Chasiv Yar ha resistido durante años. Todavía quedan por delante ciudades importantes como Sloviansk y Kramatorsk, donde, a juzgar por los asedios anteriores de Rusia en Avdiivka, Vuhledar y Bakhmut, las batallas podrían prolongarse durante años.
Mientras tanto, las pérdidas rusas son abrumadoras. Una brigada ucraniana que defiende Pokrovsk informó recientemente de la eliminación de 260 soldados rusos en solo una semana. A pesar de la propaganda del Kremlin, no se ha producido ningún avance en el frente.
Avanzar más profundamente en Ucrania le está costando muy caro a Moscú: durante el último año, las bajas rusas han superado los 30 000 muertos y heridos al mes. Las pérdidas irrecuperables ya superan el millón de soldados. Tomar el control total de las regiones de Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia le llevaría a Rusia casi cinco años, triplicando sus pérdidas totales, según informó el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Sigue siendo muy incierto que Moscú disponga de los recursos necesarios para llevar a cabo una campaña de este tipo, ya que su presupuesto se encuentra sometido a una fuerte presión.
Consciente de ello, Putin ha tratado de utilizar Donetsk como moneda de cambio. Pero Estados Unidos y Europa deben ver claramente lo que es, un farol, y evitar concesiones. Ucrania ya lo entiende y no entregará la región de Donetsk.
Promesas que no valen nada
Además de la demanda sobre la región de Donetsk, Moscú habría ofrecido garantías de que no volverá a atacar Ucrania ni ningún otro país europeo.
La historia ofrece perspectiva. En 1991, Moscú reconoció la independencia de Ucrania. Ese mismo año, la Unión Soviética se disolvió formalmente y el Kremlin reconoció a Ucrania como nación soberana. En 1994, Rusia firmó el Memorándum de Budapest. Sin embargo, en 2003 invadió territorio ucraniano, a lo que siguió la guerra de 2014: el intento de anexión de Crimea y la ocupación de partes de las regiones de Donetsk y Luhansk. En ese momento, Rusia se comprometió a resolver el conflicto de forma pacífica, firmó los acuerdos de Minsk y Putin estrechó la mano de la canciller Merkel.
Luego vino la guerra a gran escala del 24 de febrero de 2022, con Moscú descartando todas las garantías anteriores.
¿Por qué debería alguien creer que esta vez será diferente?

-29a1a43aba23f9bb779a1ac8b98d2121.jpeg)



-e27d4d52004c96227e0695fe084d81c6.jpg)