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China quiere cegar a Starlink con láseres, satélites espías y sabotaje espacial

China está acelerando sus esfuerzos para desarrollar capacidades que neutralicen la constelación de satélites Starlink, alegando motivos de seguridad nacional debido a su creciente uso en la guerra moderna.
Según informes de Associated Press del 31 de julio, estrategas militares y científicos chinos han esbozado varios métodos para interrumpir o desactivar la red de satélites con sede en Estados Unidos, propiedad y operada por SpaceX.
Los medios de comunicación chinos respaldados por el Estado y las publicaciones académicas califican cada vez más a Starlink como una amenaza, describiéndola como un sistema de doble uso que mejora las capacidades de Estados Unidos en materia de comunicaciones militares, operaciones con drones, reconocimiento espacial y disuasión nuclear.
Entre las contramedidas que se están considerando se encuentran:
Armas de energía dirigida, incluidos láseres terrestres y submarinos de alta potencia.
«Satélites asesinos» equipados con propulsores iónicos y sensores telescópicos diseñados para interceptar o dañar las unidades Starlink.
Agentes corrosivos dirigidos a los paneles solares;
Interferencia e interceptación de señales;
Esfuerzos diplomáticos internacionales para limitar las redes satelitales privadas.
El análisis de fuentes abiertas de la literatura científica china revela un notable aumento de la investigación sobre métodos para identificar y rastrear los satélites Starlink, incluido el uso de telescopios ópticos por parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) para la vigilancia orbital.
En un artículo académico de 2023, investigadores de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China destacaron los riesgos que plantea la constelación y pidieron respuestas defensivas y ofensivas contundentes.
Aproximadamente dos tercios de todos los satélites operativos en órbita terrestre baja (LEO) forman ahora parte del sistema Starlink. Con alrededor de 8000 satélites ya desplegados, y más en desarrollo, Starlink se considera la red de satélites más grande del mundo. Su papel en el suministro de comunicaciones a las fuerzas ucranianas durante la guerra en curso con Rusia ha llamado especialmente la atención de los analistas chinos.
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Pekín está desarrollando simultáneamente sus propios proyectos nacionales de Internet por satélite, entre los que se incluyen Guowang y Qianfan, cuyo objetivo es ofrecer capacidades similares. Sin embargo, ambas redes se encuentran aún en una fase inicial. Según se ha informado, China ha lanzado menos de 100 satélites de los 15 000 previstos para estos programas.
Aunque China no ha confirmado ningún plan directo para desplegar armas antisatélite, su inversión en capacidades de defensa espacial parece estar intensificándose.
Starlink ofrece actualmente servicios en 140 países de todo el mundo, pero no en China, Irán ni Corea del Norte.
A principios de abril de 2025, investigadores militares chinos anunciaron un avance revolucionario en el campo de las armas hipersónicas, presentando un vehículo de reentrada capaz de lanzar ataques globales desde plataformas espaciales. Según se informa, el sistema alcanza velocidades de Mach 20 y puede alcanzar cualquier objetivo en 30 minutos, aunque los analistas señalan que su visibilidad infrarroja y su limitada maniobrabilidad terminal son vulnerabilidades clave.






