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El Pentágono se vuelca: EE.UU. cuadruplica los pedidos de misiles PAC-3 MSE en tiempo de guerra

El Pentágono se está poniendo las pilas en su intento de cerrar la brecha de la defensa antimisiles de Estados Unidos, y el presupuesto del Ejército de Estados Unidos para el año fiscal 2020 prevé un aumento masivo de las compras de interceptores PAC-3 de mejora del segmento de misiles (MSE).
El plan incluye la adquisición de 233 misiles PAC-3 MSE -cuadruplicando los niveles de adquisición anteriores- como parte de un amplio paquete de 1.300 millones de dólares destinado a reforzar los arsenales en medio de las crecientes amenazas de Irán, Rusia y China, informó el 9 de julio el medio de defensa Army Recognition.
La compra de los 233 misiles de este año se financia a través de un híbrido de fuentes discrecionales y obligatorias, incluyendo 945,9 millones de dólares en créditos ordinarios de defensa y 366 millones de dólares adicionales a través de la autoridad de reconciliación del Congreso.
A U.S. Army MIM-104 Patriot Air Defense System at Al Udeid Air Base launches PAC-3 MSE interceptors toward incoming Iranian Medium-Range Ballistic Missiles (MRBMs). pic.twitter.com/laeZKyh2AM
— OSINTWarfare (@OSINTWarfare) June 23, 2025
Según Army Recognition, se adquirirán otros 96 interceptores mediante financiación anticipada reservada en el año fiscal 2024 para componentes de larga duración, incluidos motores de cohetes sólidos y buscadores.
El interceptor PAC-3 MSE -producido exclusivamente por Lockheed Martin en Dallas, Texas- es un misil de impacto directo diseñado para interceptar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero, aviones no tripulados y aeronaves.
Es compatible con el sistema de defensa antiaérea Patriot, la batería THAAD y el Sistema Integrado de Mando de Combate de Defensa Antiaérea y Antimisiles (IBCS) del Ejército.

Adiós a la pausa de adquisición: objetivos nuevos, capacidades renovadas
La ampliación de la compra de PAC-3 MSE por parte del Pentágono se produce justo después de que Irán lanzara un ataque con misiles balísticos contra la base aérea catarí de Al Udeid, lo que obligó a EE.UU. a redistribuir los sistemas Patriot en Oriente Próximo.
En abril, el Consejo de Supervisión de Requisitos del Ejército elevó el objetivo de adquisición de 3.376 interceptores a la asombrosa cifra de 13.773, un aumento de casi cuatro veces impulsado por la demanda del mundo real y las preocupaciones de preparación, informa Army Recognition.

Desde el año fiscal 2023, el Ejército ha recibido 2.047 PAC-3 MSE, y se espera que 121 del nuevo lote del año fiscal 2026 comiencen a entregarse en mayo de 2028.
Cada misil tiene un plazo de producción de aproximadamente 34-36 meses, y la capacidad máxima de producción anual es de 550 unidades.
Aunque el coste por unidad es elevado—unos 3,871 millones de dólares por interceptor—el Pentágono justifica el gasto por la mejora de la capacidad de supervivencia, el alcance y el rendimiento.
Una parte cada vez mayor de los misiles también se destina a aliados de EE.UU. a través de Ventas Militares al Extranjero (FMS), lo que ayuda a reducir los costes por unidad y mantiene caliente la línea de producción, señala Army Recognition.
Las actualizaciones de software aumentan la capacidad de los interceptores
Paralelamente al aumento de la producción, Lockheed Martin ha probado con éxito una variante mejorada del software del PAC-3 MSE diseñada para derrotar amenazas más recientes, como drones furtivos, misiles de crucero de bajo vuelo y armas supersónicas antibuque.
«Estas mejoras se basan en el software, no en el hardware», declaró la empresa, lo que supone un cambio hacia la defensa aérea definida por software, en la que la adaptabilidad a las amenazas emergentes se consigue mediante código y no mediante rediseño físico.
Se espera que el misil mejorado refuerce la defensa contra los drones Shahed de fabricación iraní y rusa, los misiles de crucero Kalibr, los misiles lanzados desde el aire Kh-101 y el sistema antibuque Oniks de alta velocidad de Rusia.
Las mejoras también reflejan las lecciones aprendidas en el campo de batalla de Ucrania, donde las baterías Patriot han desempeñado un papel fundamental en la interceptación de misiles hipersónicos rusos Kinzhal.

La experiencia de combate de Ucrania ha servido de base directa para la modernización de la arquitectura de software del Patriot, ayudando al sistema a dar un salto generacional en sus prestaciones.
Contexto en el presupuesto and y el impacto estratégico
El aumento del PAC-3 MSE forma parte de un marco más amplio de financiación de la defensa de 961.000 millones de dólares, que incluye 848.300 millones de dólares en gastos ordinarios de defensa y 113.000 millones de dólares adicionales en virtud del proyecto de ley de reconciliación del año fiscal 2026.
Dentro de esta dotación, 396 millones de dólares están destinados a la Operación Atlantic Resolve, con asignaciones adicionales para apoyar la gestión del ciclo de vida, el desarrollo de software y el Centro de Apoyo de Misiles PAC-3.
Los analistas afirman que la magnitud de la compra señala un giro estratégico en la política de municiones estadounidense. «Estamos asistiendo a una postura de guerra en la adquisición de municiones», señaló un experto, señalando los esfuerzos paralelos para aumentar la producción de proyectiles de artillería de 155 mm a 100.000 rondas por mes para octubre de 2025.
Anteriormente, se informó de que el gigante alemán de defensa Rheinmetall y el contratista principal estadounidense Lockheed Martin acordaron crear una empresa conjunta con sede en Europa que construirá algunos de los misiles más demandados por Washington.






