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El principal fabricante de drones de Rusia se enfrenta al colapso tras los ataques ucranianos y sus abrumadoras deudas
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Uno de los principales fabricantes de drones de Rusia, AO Kronstadt, se encuentra al borde de la quiebra tras meses de acumulación de deudas, reveses en el campo de batalla y ataques con drones ucranianos contra sus instalaciones de producción, según informó el medio de comunicación especializado en defensa Defense Blog el 25 de agosto.
La empresa se ha enfrentado a una avalancha de demandas de acreedores desde el verano, con más de 600 millones de rublos (aproximadamente 7 millones de dólares) en reclamaciones presentadas en los últimos meses.
⚡🇷🇺🇺🇦⚠️ Ukrainian drones attacked this morning the Kronstadt plant in Dubna.
— Spicy Sonal (@ichkipichki) May 28, 2025
The factory is specialized in the design and production of large UAV.
The plant is located north of Moscow, 550km from Ukraine.
56°45'34"N 37°06'34"E pic.twitter.com/tXJ7z1TTKO
Entre los casos más importantes se encuentran las demandas de LLC Innovative Technologies and Materials, que reclama 151,1 millones de rublos, y AO Research Institute of Modern Telecommunications Technologies, que reclama 220,6 millones de rublos. En mayo, el pasivo total de la empresa ya había superado los mil millones de rublos.
Kronstadt es conocida principalmente por fabricar los drones «Orion» e «Inokhodets», a menudo descritos como el intento de Rusia de construir un equivalente nacional al MQ-9 Reaper estadounidense.
Según Defense Blog, expertos del sector afirmaron que los problemas financieros de Kronstadt se remontan a hace dos años, cuando el principal accionista, AFK Sistema, se retiró.
Sin ese apoyo, la deuda de la empresa se disparó. Las sanciones de EE. UU. y la UE cortaron el acceso a componentes occidentales fundamentales, mientras que Moscú acumulaba pesados contratos estatales que resultaban difíciles de cumplir debido a las tensiones en las cadenas de suministro.
«La empresa irá a la quiebra, por lo que los subcontratistas se apresuran ahora a presentar reclamaciones y situarse en primera línea», afirmó Nikolai Ryashin, director general de Rusdronport.
Los problemas de Kronstadt se han visto agravados por los repetidos ataques con drones ucranianos contra sus instalaciones de producción, incluido un importante ataque este verano contra la planta de construcción de maquinaria de Dubna, cerca de Moscú.
Las imágenes de video que circulan en Internet muestran explosiones y disparos mientras las tropas rusas intentaban derribar los drones que se acercaban. Se podía escuchar a los lugareños decir: «Ese es el tercero», mientras múltiples ataques impactaban en las instalaciones.
El Centro para la Lucha contra la Desinformación de Ucrania confirmó el ataque y describió la planta como «uno de los componentes clave de la industria de defensa rusa», señalando que lleva produciendo drones de combate Orion a gran escala desde 2020.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber interceptado 155 drones ucranianos en una sola noche en 13 regiones, incluidos 11 sobre Moscú y varios cerca de las instalaciones de Kronstadt. Sin embargo, informes y videos independientes sugieren que al menos algunos drones alcanzaron su objetivo.
Para el Kremlin, el declive de Kronstadt supone un serio desafío. Los sistemas no tripulados han sido fundamentales en la estrategia bélica de Rusia en Ucrania, y se suponía que el Orion iba a ser un programa insignia. Ahora, la empresa se ve afectada por sanciones, litigios y ataques en el campo de batalla, lo que deja su futuro en duda.
Anteriormente, una explosión en la fábrica militar de pólvora «Elastic», situada en la región rusa de Riazán, causó la muerte de al menos cuatro soldados rusos, aunque algunas fuentes apuntan a que el número de víctimas mortales podría ascender a cinco. La explosión se produjo en una de las zonas de producción de la fábrica y fue seguida de un incendio.
