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Estados Unidos podría atacar la “flota en la sombra” de Rusia si el Kremlin rechaza el plan de paz
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
La administración del presidente estadounidense Donald Trump está preparando una posible nueva ronda de sanciones contra el sector energético ruso, mientras Washington busca aumentar la presión sobre Moscú en medio de las negociaciones en curso sobre un posible acuerdo de paz, según Bloomberg el 17 de diciembre.
Personas familiarizadas con las conversaciones informaron al medio que las medidas se están considerando como una herramienta en caso de que el Kremlin rechace un marco respaldado por Estados Unidos destinado a poner fin a la guerra contra Ucrania.
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Según dichas fuentes, las sanciones podrían introducirse la próxima semana, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva.
Las medidas propuestas se centrarían, según se informa, en la llamada "flota en la sombra" de Rusia —petroleros utilizados para transportar crudo ruso al margen de los regímenes formales de sanciones—así como en las empresas comerciales que facilitan dichos envíos a compradores internacionales.
Fuentes de Bloomberg afirmaron que el plan de paz que Washington está desarrollando sigue sin resolverse en varios temas clave. Estos incluyen el futuro estatus de las regiones de Donetsk y Luhansk, el destino de los activos estatales rusos congelados en Europa y la gestión de la central nuclear de Zaporizhzhia.
El plan también contempla el despliegue de fuerzas europeas en Ucrania, una idea que Moscú ha rechazado previamente.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, abordó las posibles sanciones durante reuniones con embajadores europeos a principios de esta semana, según personas informadas sobre las conversaciones.
Tras la reunión, Bessent escribió: «El presidente Trump es el presidente de la paz, y reiteré que, bajo su liderazgo, Estados Unidos seguirá priorizando el fin de la guerra en Ucrania».
My thanks to @EUAmbUS Ambassador Neliupšienė for hosting discussions this morning with the 27 EU Ambassadors to the United States.
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) December 15, 2025
President Trump is the President of Peace, and I reiterated that under his leadership, America will continue to prioritize ending the war in… pic.twitter.com/3SfQiL4lvw
Cualquier decisión final sobre las sanciones recaerá en el presidente Trump, enfatizaron las fuentes. El Departamento del Tesoro de EE. UU. no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios fuera del horario laboral, escribió Bloomberg.
El Kremlin ha reconocido estar al tanto de las conversaciones. El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, declaró a la prensa, según Interfax, que "cualquier sanción es perjudicial para el proceso de reconstrucción de las relaciones".
Los mercados reaccionaron brevemente a la noticia, con los precios del crudo Brent subiendo hasta 70 centavos por barril antes de bajar.
Desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en 2022, se han impuesto múltiples rondas de sanciones a Moscú, aunque no han provocado un cambio en los objetivos principales del Kremlin. Aun así, las medidas dirigidas a las exportaciones de petróleo y a los mecanismos comerciales de Rusia han contribuido a reducir los ingresos y a aumentar la presión sobre la economía del país.
Las conversaciones sobre las sanciones se producen mientras negociadores estadounidenses, ucranianos y europeos informaban esta semana de avances en las garantías de seguridad destinadas a respaldar cualquier futuro alto el fuego. El enviado estadounidense, Steve Witkoff, mantuvo dos días de conversaciones en Berlín con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y líderes europeos.
A pesar de estos avances, persisten importantes desacuerdos. Rusia sigue exigiendo que Ucrania ceda partes de la región del Donbás, incluidas zonas que Moscú no ha ocupado por completo desde 2014. Kyiv y sus socios han rechazado firmemente las propuestas que implicarían concesiones territoriales o la retirada de las fuerzas ucranianas de zonas estratégicamente críticas.
Anteriormente, surgieron informes de que el gobierno ruso planea aumentar la deuda estatal en aproximadamente 2,5 billones de dólares durante los próximos 17 años para cubrir los déficits presupuestarios proyectados hasta 2042.
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