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Francia despliega un grupo operativo anfibio en aguas del Ártico para demostrar su poderío naval a Rusia
En un contexto de creciente interés estratégico en el Ártico, impulsado por el cambio climático y la cambiante dinámica geopolítica, Francia está reforzando su posición naval global con un despliegue de alto nivel cerca de Groenlandia.
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
El grupo de tareas Jeanne d'Arc 2025 de la Armada francesa ya está operando en aguas polares, lo que demuestra tanto el compromiso de Francia con la libertad de navegación como su capacidad para proyectar fuerzas en entornos extremos, según un informe publicado por Army Recognition el 6 de junio.
El despliegue, confirmado en un comunicado del 3 de junio por el Ministerio francés de las Fuerzas Armadas, incluye el portahelicópteros anfibio Mistral y la fragata furtiva Surcouf.
El grupo lleva en misión desde febrero de 2025, formando a futuros oficiales navales y mostrando al mismo tiempo la capacidad de Francia para llevar a cabo operaciones conjuntas lejos de sus aguas.
Tras partir de África Occidental y hacer escala en el Caribe francés y en el territorio de ultramar de San Pedro y Miquelón, el grupo de trabajo navegó hacia el Ártico.
La misión tiene un doble objetivo: desafiar y entrenar a los cadetes en las duras condiciones polares y afirmar los derechos marítimos de Francia en una región que se está convirtiendo rápidamente en un escenario de rivalidad internacional.
«Operar en condiciones tan poco frecuentes y exigentes agudiza la preparación operativa de nuestras tripulaciones», señaló la Armada, añadiendo que el Ártico ha dejado de ser una zona periférica para convertirse en un escenario clave de la estrategia marítima mundial.
La decisión de Francia de enviar una importante fuerza anfibia al Ártico constituye un claro mensaje de intenciones: París pretende preservar su acceso a las aguas internacionales y participar en la configuración del futuro de las regiones de altas latitudes.
El Surcouf, una fragata de la clase La Fayette que entró en servicio en 1997, encarna los primeros pasos de Francia en el diseño naval furtivo. Con 125 metros de eslora y 3.600 toneladas de desplazamiento, está armada con ocho misiles antibuque Exocet, un cañón de 100 mm y múltiples sistemas de defensa aérea y guerra electrónica. Su autonomía de 7.000 millas náuticas y su capacidad para operar helicópteros lo hacen idóneo para despliegues en regiones frías.
El Mistral, por su parte, sirve de plataforma central para la proyección de poder. Con casi 200 metros de eslora y más de 32.000 toneladas de desplazamiento a plena carga, el buque cuenta con una cubierta de vuelo de 6.400 m² y puede transportar hasta 16 helicópteros. Admite hasta 450 personas e incluye instalaciones médicas y de mando avanzadas, lo que le permite servir como cuartel general flotante o plataforma humanitaria. Con un alcance superior a 19.000 millas náuticas, el Mistral puede desplegarse por todo el mundo con facilidad.
Las unidades de combate y apoyo del grupo operativo incluyen destacamentos de la 13ª Demi-Brigada de la Legión Extranjera, el 1º Regimiento de Caballería Extranjera y el Regimiento de Ingenieros, así como un componente aeromóvil del 5º Regimiento de Helicópteros de Combate.
Sus medios aéreos incluyen helicópteros Cougar y Gazelle, un Dauphin de la Flottille 34F y un dron Camcopter S-100 de la Flottille 36F. Dos lanchas de desembarco completan las capacidades anfibias del grupo.
Por el camino, el grupo Jeanne d'Arc ha realizado maniobras con fuerzas estadounidenses, brasileñas y noruegas. También ha apoyado operaciones francesas en curso como la Misión Corymbe en el Golfo de Guinea y misiones de lucha contra el contrabando en el Caribe.
Ahora se espera que el grupo visite Reikiavik antes de continuar hacia Noruega y concluir su despliegue septentrional con una escala diplomática en Copenhague, subrayando la cooperación marítima franco-danesa.
Anteriormente se informó de que Rusia estaba avanzando en la construcción de uno de sus dos buques de asalto anfibio de la clase Ivan Rogov del Proyecto 23900, promocionados como los buques más potentes jamás destinados a la Flota del Mar Negro. Sin embargo, el proyecto sigue retrasado.
Los buques del proyecto 23900 se desarrollaron como el sustituto nacional de Rusia para los buques de asalto anfibio de la clase Mistral, de fabricación francesa, que Moscú tenía previsto adquirir inicialmente antes de que se cancelara el acuerdo en 2014 debido a las sanciones internacionales tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2014.
