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La nueva munición ucraniana convierte fusiles normales en asesinos de drones

La agrupación ucraniana de innovación en defensa Brave1 ha presentado la primera munición antidrones del país diseñada para fusiles de infantería estándar.
Los nuevos cartuchos mejoran drásticamente las posibilidades de que un soldado alcance objetivos aéreos en movimiento rápido—como drones FPV o cuadricópteros comerciales—antes de que ataquen.
Aunque los cartuchos se parecen a las balas normales de 5,45 mm, incorporan una ojiva diseñada a medida que crea un efecto de fragmentación denso y rápido al disparar.
Esto permite a los soldados enfrentarse a amenazas aéreas con una precisión significativamente mayor utilizando rifles automáticos convencionales, sin necesidad de modificaciones.
Un vídeo publicado por los desarrolladores muestra a las tropas ucranianas utilizando las balas en pruebas en vivo, impactando con éxito contra drones FPV en pleno vuelo.
🔴 Ukraine has developed new anti-drone bullets that turn regular rifles into drone killers. pic.twitter.com/4mzwPFR4Y6
— UNITED24 Media (@United24media) June 30, 2025
Según Brave1, la munición ya ha sido codificada para su uso y está pensada para su despliegue masivo. El objetivo es equipar a cada soldado de infantería con al menos un cargador de estas balas antidrones para proporcionar una protección inmediata y de último recurso durante las alertas aéreas en el frente.
El sistema ofrece tanto velocidad táctica como seguridad, haciendo frente a una de las mayores amenazas en el campo de batalla a las que se enfrentan las fuerzas ucranianas: los ataques de drones de bajo coste y gran impacto.
Combatir los drones FPV con innovación, no sólo con blindaje
Los drones FPV se han convertido rápidamente en una de las amenazas más peligrosas e imprevisibles en el campo de batalla. Pequeños, rápidos y a menudo cargados de explosivos, pueden burlar las defensas aéreas tradicionales y atacar con una precisión mortal.
Su baja altitud de vuelo y sus maniobras erráticas los hacen extremadamente difíciles de interceptar con medios convencionales.
La respuesta de Ucrania ha consistido en combinar sistemas de defensa por capas: guerra electrónica, rifles de interferencia de drones, trampas de red y, ahora, munición especializada. Cada herramienta llena un hueco diferente en la «red antidrones» protectora que se está construyendo en todo el frente.
Los cartuchos antidrones de nuevo desarrollo representan un eslabón fundamental en esta cadena. A diferencia de los inhibidores o los interceptores avanzados, estos cartuchos pueden llevarlos todos los soldados y utilizarlos por instinto, segundos antes del impacto. En entornos cerrados—trincheras, líneas forestales, combate urbano—pueden ser la única opción eficaz.
Anteriormente, Ucrania había iniciado la producción nacional de sistemas de radar táctico para ayudar a las unidades de primera línea a detectar drones rusos, dado que los suministros extranjeros ya no podían satisfacer la demanda. Según la Fundación Come Back Alive, los radares de fabricación local son más difíciles de detectar y más fáciles de manejar que los modelos occidentales, pero se enfrentan a cuellos de botella en la producción y a la escasez de formación.






