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Los drones ucranianos aniquilan 13 aviones de combate rusos en ataques profundos, según confirman imágenes de satélite

Las imágenes por satélite han confirmado la destrucción de al menos 13 aviones militares rusos tras una operación coordinada de drones ucranianos Spider Web dirigida contra múltiples bases aéreas en toda Rusia.
Los ataques, identificados como parte de la operación «Pavutyna» (Telaraña), alcanzaron los aeródromos rusos de Belaya, en la región de Irkutsk, y Olenya, en la región de Murmansk.
Según las imágenes de satélite analizadas por Schemes, un proyecto de Radio Free Europe/Radio Liberty, las imágenes del 4 de junio de Planet Labs muestran al menos siete bombarderos estratégicos destruidos en la base aérea de Belaya: tres Tu-95 y cuatro Tu-22M3. Las fotos también revelan extensos daños causados por el fuego, consistentes con ataques de drones.

Análisis posteriores indicaron que un cuarto Tu-95, que inicialmente se creía que había sido reparado o sustituido, en realidad también fue destruido. Esto eleva las pérdidas confirmadas en Belaya a ocho aviones.
Otras imágenes de satélite del 2 de junio muestran la destrucción de otros cuatro bombarderos Tu-95 y un avión de transporte militar An-12 en la base aérea de Olenya. Esto eleva el número total de aeronaves confirmadas destruidas en ambos emplazamientos a 13: ocho Tu-95, cuatro Tu-22M3 y un An-12.

Las imágenes de una tercera base rusa, Ivanovo, también muestran daños visibles en las zonas de estacionamiento de aeronaves, incluidas varias aeronaves A-50 de alerta temprana aerotransportada. A principios de 2024, los servicios de inteligencia ucranianos estimaban que solo quedaban ocho A-50 en Rusia en condiciones operativas.

Al parecer, los ataques con drones fueron llevados a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania el 1 de junio, utilizando drones que habían sido preposicionados en territorio ruso.
Los ataques degradaron gravemente la capacidad de Rusia para proyectar poder estratégico, especialmente a través de su flota de bombarderos de largo alcance con capacidad nuclear y sus medios de vigilancia aérea. Estos aviones ya no se fabrican en serie y no pueden sustituirse rápidamente, lo que agrava los daños para los planificadores militares rusos.






