Rusia responde al ataque al Puente de Crimea y niega daños estructurales

El Kremlin ha emitido su primera respuesta pública al ataque del 3 de junio contra el puente de Crimea, afirmando que la estructura no sufrió daños.

El portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, citado por el medio de comunicación TASS el 4 de junio, confirmó que se produjo una explosión en el puente, pero afirmó que «nada resultó dañado».

Añadió que las autoridades rusas están aplicando medidas de seguridad adicionales en respuesta al incidente.

Mientras tanto, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) ha confirmado que llevó a cabo una operación encubierta de meses de duración dirigida contra el puente por tercera vez, esta vez utilizando una explosión submarina de precisión.

Según los servicios de inteligencia ucranianos, el ataque se produjo a las 4:44 de la madrugada, cuando una carga explosiva equivalente a 1.100 kilogramos de TNT dañó gravemente los pilares de apoyo submarinos del puente. El SBU no informó de víctimas civiles.

La operación, planeada y ejecutada en el más absoluto secreto, tenía por objeto inutilizar una ruta logística militar clave utilizada por Rusia. El teniente general Vasyl Maliuk, jefe del SBU, supervisó personalmente la misión.

«No hay lugar en territorio ucraniano para la infraestructura ilegal de Rusia», declaró Maliuk.

Anteriormente, una operación ucraniana de drones altamente coordinada que, según se informa, dañó o destruyó más de 40 aviones militares rusos de largo alcance, fue el resultado de más de 18 meses de planificación y de una compleja campaña de engaño en lo más profundo del territorio ruso.

La operación, cuyo nombre en clave era Telaraña, fue supervisada personalmente por el Presidente Volodymyr Zelenskyy y llevada a cabo por el Servicio de Seguridad de Ucrania, bajo la dirección de Vasyl Maliuk.