Rusia utiliza el reabastecimiento aéreo para mantener los ataques con misiles Kinzhal y burlar las defensas Patriot de EE. UU.

Las nuevas imágenes de código abierto compartidas el 11 de octubre revelaron que los aviones rusos MiG-31K y MiG-31I, armados con misiles Kh-47M2 Kinzhal, están operando mucho más allá del alcance de los sistemas de defensa aérea ucranianos.

Según Army Recognition, los datos sugieren que Rusia podría estar utilizando ahora aviones cisterna Il-78 para prolongar la autonomía de sus portadores Kinzhal, lo que les permite despegar desde lugares más seguros y ajustar los vectores de aproximación.

Los analistas advierten de que esta táctica podría socavar directamente los algoritmos predictivos utilizados por las baterías Patriot para interceptar los misiles entrantes.

Las imágenes fueron analizadas por la cuenta de monitoreo de código abierto OsintWarfare en X, que identificó rutas de vuelo compatibles con operaciones de reabastecimiento en vuelo.

La evaluación coincide con las afirmaciones de los medios de comunicación estatales rusos de abril de 2024, que informaron de que la variante MiG-31I había sido equipada con un sistema de reabastecimiento aéreo, lo que supone una transición hacia misiones regulares con apoyo de aviones cisterna.

La plataforma MiG-31K/I lleva el Kh-47M2 Kinzhal, un misil aerobalístico basado en el sistema Iskander-M, con un alcance declarado de hasta 2000 kilómetros.

Con el apoyo de aviones cisterna, estas aeronaves pueden permanecer más tiempo en el aire, acercarse a los objetivos desde direcciones alternativas y lanzarse a altitudes y velocidades optimizadas.

Para Ucrania, esto introduce un nuevo nivel de complejidad, especialmente para los sistemas Patriot, que se basan en supuestos fijos sobre las trayectorias y los tiempos de los misiles para calcular las ventanas de interceptación.

Cuando Rusia varía el azimut, la velocidad o la altitud de lanzamiento mediante maniobras en el aire, las baterías Patriot pueden verse afectadas por una reducción del tiempo de reacción y una disminución de la precisión de interceptación.

Según Army Recognition, esto supone un reto importante para la defensa de objetivos urbanos y estratégicos importantes, donde las trayectorias de vuelo de los misiles ahora pueden llegar desde múltiples direcciones o altitudes inesperadas.

Ucrania ha interceptado anteriormente misiles Kinzhal, incluyendo un ataque confirmado con misiles Patriot en mayo de 2023.

Sin embargo, tras los exitosos ataques con drones ucranianos contra bases aéreas como Engels-2 y Soltsy-2, Rusia reposicionó sus activos de largo alcance más profundamente dentro de su territorio, donde el reabastecimiento aéreo se volvió crítico para mantener la capacidad de ataque. La mejora del reabastecimiento del MiG-31I es coherente con esta postura operativa en evolución.

Anteriormente, un caza ruso MiG-31 se estrelló durante un intento de aterrizaje en la región de Lipetsk, lo que supuso otra pérdida para la envejecida flota de aviones con capacidad para transportar misiles Kinzhal de Moscú.

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