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Una película propagandística rusa sobre Mariúpol revela accidentalmente sus propios crímenes de guerra
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Ivan Khomenko]( "Photo of Ivan Khomenko")
Los propagandistas estatales rusos han estrenado una película sobre el asedio de Mariúpol que, sin quererlo, documenta los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas, según informó Militarnyi el 20 de agosto.
El periodista Denys Kazanskyi llamó la atención sobre la película, titulada «Al borde del abismo», que muestra ataques deliberados contra civiles.
En una escena, se muestra a soldados rusos disparando contra un coche civil en el que viajan ancianos y niños ucranianos.
«Hace tiempo que digo que no hay necesidad de propaganda antirrusa. Nadie produce rusofobia mejor que los propios rusos», comentó Kazanskyi.
Informes del 20 de abril indicaban que el fabricante estatal ruso de material de defensa Uralvagonzavod envió lo que parecía ser su único tanque T-72B3M equipado con el sistema de protección activa Arena-M para su uso en la película.
Ese mismo tanque, despojado de su «blindaje de rejilla» protector, fue visto más tarde durante el rodaje en la ciudad ocupada de Mariúpol.
La película ha despertado indignación tanto por glorificar la invasión como por confirmar inadvertidamente las pruebas de los ataques de Moscú contra la población civil.
Anteriormente, se informó de que Rusia ha celebrado en repetidas ocasiones juicios muy mediáticos contra prisioneros de guerra ucranianos, en particular miembros de la Brigada Azov, tachándolos de «terroristas» a pesar de que el derecho internacional los reconoce como combatientes. Los grupos de derechos humanos han condenado estos juicios por considerarlos motivados políticamente y contrarios a los Convenios de Ginebra.
