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Soldado ucraniano sobrevivió a Mariúpol, al cautiverio y a tres años con una bala en el corazón
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Médicos ucranianos han extraído una bala alojada en el corazón de un soldado que defendió la planta siderúrgica Azovstal de Mariúpol y sobrevivió tres años en cautiverio ruso, según informó el 19 de septiembre Borys Todurov, director del Instituto del Corazón de Ucrania.
El soldado fue capturado durante el asedio ruso a Mariúpol en 2022 y pasó años como prisionero de guerra antes de ser liberado en un intercambio hace dos meses.
A Ukrainian Defender spent three years in Russian captivity with a bullet in his heart.
— Anton Gerashchenko (@Gerashchenko_en) September 19, 2025
Ukrainian cardiac surgeon Borys Todurov said that the Warrior had defended Azovstal and, after being wounded, was taken prisoner in 2022. He was exchanged a few months ago.
"For all those… pic.twitter.com/imXkelX00y
Todurov dijo que la bala milagrosamente no alcanzó estructuras vitales, lo que permitió al combatiente vivir con ella incrustada en el corazón durante tres años.
«La bala ya ha sido extraída. El chico tuvo suerte. Creo que vivirá una vida larga y feliz», dijo Todurov, mostrando el proyectil durante una rueda de prensa.
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Describió al soldado como «invencible» y elogió su resistencia: «Tres años cautivo con una bala en el corazón. ¡Estas personas son titanes! ¡Invencibles!».
Los médicos afirmaron que la bala no causó daños graves durante los años que permaneció alojada en el corazón.
Anteriormente, cuatro militares ucranianos que habían estado escondidos en un hospital en territorio ocupado por Rusia durante más de tres años fueron evacuados con éxito.
La operación comenzó después de que la defensora de los derechos de los militares y sus familias, Olha Reshetilova, se enterara de que el hermano gemelo de un marine recientemente intercambiado había resultado gravemente herido en 2022 y había sido acogido en secreto por médicos de las fuerzas rusas.
Más tarde se descubrió que tres combatientes de la Guardia Nacional también se encontraban en el mismo hospital. Junto con Reshetilova y el comandante de la Guardia Nacional, el general de brigada Oleksandr Pivnenko, se estableció un cuartel general de coordinación. Unidades especiales de la Armada y la Guardia Nacional llevaron a cabo el rescate en varias etapas en condiciones de intensos combates y estrictas medidas de filtración rusas.
