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Ucrania apunta a la flota rusa en la sombra en un nuevo proyecto de sanciones
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
El Parlamento de Ucrania aprobó un proyecto de ley que permitiría al país imponer sanciones directas a los buques y aeronaves rusos implicados en la evasión de sanciones, según informó el 13 de mayo el legislador Yaroslav Zhelezniak.
Como se explica en el resumen oficial del proyecto de ley, la actual legislación ucraniana sólo permite imponer sanciones a personas físicas y jurídicas, pero no a buques o aeronaves concretos.
Los cambios propuestos pretenden colmar esa laguna, permitiendo la imposición de sanciones contra buques y aeronaves concretos que sean cómplices del transporte encubierto de petróleo, productos combustibles, armas y tropas por parte de Rusia.
Tras la limitación de los precios del petróleo ruso impuesta por el G7, la Unión Europea y Australia en diciembre de 2022 (60 dólares por barril) y la posterior limitación de los productos petrolíferos en febrero de 2023 (100 dólares para el gasóleo y 45 dólares para los lubricantes), Rusia empezó a recurrir en gran medida a la llamada «flota fantasma» para eludir las restricciones.
Esta flota fantasma está formada por petroleros envejecidos, muchos de los cuales desactivan sus transpondedores de seguimiento para evitar ser detectados. La mayoría de estos buques son operados por Sovcomflot, el gigante naviero estatal ruso.
La flota sumergida rusa cuenta actualmente con unos 1.000 petroleros, lo que representa el 10% de la flota mundial utilizada para el transporte de cargas líquidas. Se cree que estos buques son responsables de la entrega de alrededor del 70% de las exportaciones de petróleo de Rusia, moviendo aproximadamente 1,7 millones de barriles de petróleo al día, aportando importantes ingresos para financiar la guerra del Kremlin contra Ucrania.
Anteriormente se había informado de que Rusia había abierto discretamente una nueva ruta para eludir las sanciones y mantener sus exportaciones de petróleo, esta vez a través de un remoto puerto del sudeste asiático.
