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What It Costs Russia to Bomb Ukraine? From Iskander to Kinzhal

El arsenal de largo alcance de Rusia—sus Kalibr, Iskander, Kinzhal y Zircon—ha llegado a definir la guerra que libra contra Ucrania. Pero por primera vez, los registros de adquisiciones filtrados, obtenidos y analizados por el medio de defensa ucraniano Militarnyi, arrojan luz sobre el verdadero costo de estas armas y cuántas se siguen construyendo.
Los documentos revelan precios unitarios exactos, plazos de producción y volúmenes de casi todos los misiles del arsenal ruso, lo que expone tanto la presión económica como la continua magnitud de la capacidad de ataque de Moscú, según los documentos obtenidos por Militarnyi el 24 de octubre.
Este hallazgo representa la primera confirmación documental del programa de misiles de Rusia hasta 2027, lo que ofrece una visión excepcional de un sector que Moscú considera uno de sus secretos más profundos.
Los precios de la destrucción
Los nuevos registros de Rusia parecen una visión contable de la guerra moderna. Los misiles de crucero 9M727/9M728, ambos derivados del sistema Iskander, se venden por aproximadamente entre 1,6 y 1,7 millones de dólares cada uno.
Su primo, el 9M729—cuyo mayor alcance provocó el fin del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio—cuesta alrededor de 1,8 millones de dólares cada uno.
La serie naval Kalibr, una de las armas más utilizadas en el arsenal ruso, cuesta alrededor de 2 millones de dólares por unidad.
Failed launch of a Kalibr cruise missile from an
— ToughSF (@ToughSf) January 8, 2025
Udaloy-class russian frigate:https://t.co/BZvcAhqcm3 pic.twitter.com/1E42A5C2El
Los sistemas de lanzamiento aéreo son aún más caros. El misil de crucero estratégico Kh-101 tiene un precio promedio de entre 2 y 2,4 millones de dólares, mientras que su derivado de nueva generación, el Kh-BD (Artículo 506), asciende a 4,2 millones de dólares.
Entre los sistemas balísticos, las diversas configuraciones del Iskander-M oscilan entre 2,3 y 3 millones de dólares, y el Kinzhal, de lanzamiento aéreo y adaptado de la misma tecnología base, cuesta 4,5 millones de dólares.
En la cima de la jerarquía se encuentra el Zircon, uno de los misiles hipersónicos de Rusia, con un valor de entre 5 y 5,6 millones de dólares por proyectil.
En conjunto, estos precios representan la imagen de un país que invierte miles de millones en la renovación constante de su arsenal de misiles de largo alcance, incluso mientras las sanciones presionan su economía en general.
La tríada de misiles de crucero
9M727 and 9M728—la familia Iskander
Los misiles 9M727 y 9M728, los caballos de batalla del arsenal de crucero terrestre ruso, se utilizan para ataques de precisión cuando los drones carecen del alcance o la potencia necesarios para destruir objetivos blindados.
Cada uno lleva una ojiva de 480 kilogramos y puede volar aproximadamente 500 kilómetros.
Según Militarnyi, OKB Novator (la oficina de diseño de misiles con sede en Ekaterimburgo) recibió al menos dos contratos que cubren 303 misiles para 2024-2025, cada uno con un precio de entre 135 y 142 millones de rublos (1,6-1,7 millones de dólares).
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9M729: el rompedor del tratado INF
El 9M729 mejorado, tristemente célebre por su papel en el colapso del Tratado INF en 2019, extiende su alcance más allá de los 2000 kilómetros.
Es incompatible con los lanzadores Iskander estándar, por lo que requiere la plataforma especializada "Iskander-M1". El Ministerio de Defensa ruso encargó 95 unidades para 2025 a un precio aproximado de 1,8 millones de dólares cada una, según informa Militarnyi.
Rare footage of Russian Iskander ballistic missile launch from close point. pic.twitter.com/78w9uFpqMW
— Clash Report (@clashreport) August 19, 2024
3M14 “Kalibr”: el clásico lanzado desde el mar
Según Militarnyi, la familia Kalibr—disparada desde fragatas, corbetas y submarinos—ha sido el arma predilecta de Rusia para ataques profundos contra la infraestructura ucraniana.
Los documentos de adquisición muestran dos contratos importantes: 240 misiles para el período 2022-2024 y otros 450 para el período 2025-2026. Cada uno cuesta unos 168 millones de rublos, o algo más de 2 millones de dólares.
Además, está previsto que se produzca entre 2024 y 2026 un lote más pequeño de 56 versiones “3M-14S” con ojivas nucleares, cada una con un precio de hasta 2,3 millones de dólares.
🚨 The Kalibr missile has been launched from the Black Sea. pic.twitter.com/zq4noJwqEM
— Defence Index (@Defence_Index) June 5, 2025
Militarnyi señala que Novator es responsable de la fabricación de la línea Kalibr, cuyo alcance varía entre 1.500 y 2.600 kilómetros según la configuración.
Kh-101 “Item 504AP”: el avión de ataque ruso lanzado desde el aire
El Kh-101 se ha convertido en uno de los misiles que se ven con más frecuencia en los cielos ucranianos. Diseñado para bombarderos estratégicos como el Tu-95MSM y el Tu-160, utiliza un motor turbofán y un sistema de guiado avanzado que combina navegación satelital, inercial y adaptada al terreno.
Los registros de Militarnyi muestran que la oficina de diseño rusa MKB Raduga recibió contratos para 525 misiles en 2024 a 1,97 millones de dólares cada uno, 700 más en 2025 por un valor de hasta 2,3 millones de dólares y 30 unidades adicionales en 2026.
La última versión “504AP” incorpora dispensadores de contramedidas y equipos de guerra electrónica para protegerse contra interceptores guiados por infrarrojos, lo que le otorga un alcance de aproximadamente 2.500 kilómetros y un papel de primer nivel en la campaña de ataques de largo alcance de Rusia.
Kh-BD “Ítem 506”: el siguiente paso
Si el Kh-101 es el misil de crucero de largo alcance de eficacia probada de Rusia, el Kh-BD es su ambicioso sucesor. Denominado "Ítem 506", este nuevo diseño es aproximadamente tres metros más largo, lleva una ojiva de 800 kilogramos y, según se informa, puede alcanzar hasta 6.500 kilómetros.
Según Militarnyi, Raduga recibió dos pedidos—uno para 2024 y otro para 2026—por un total de 32 misiles, tanto convencionales como nucleares. Cada uno cuesta unos 337 millones de rublos, o 4,2 millones de dólares.

Se espera que el Kh-BD arme al futuro bombardero furtivo PAK-DA y se integre en el avión Tu-160M mejorado. Su desarrollo tiene como objetivo restaurar el alcance perdido en el Kh-101 después de que los ingenieros añadieran una ojiva en tándem que redujo la capacidad de combustible.
Los misiles balísticos
9M723 “Iskander-M”
Para atacar objetivos militares, Rusia utiliza su misil balístico táctico 9M723 Iskander-M, un diseño difícil de interceptar debido a su trayectoria de vuelo cuasibalística. El misil puede transportar una ojiva de media tonelada, ya sea de alto explosivo, de racimo o especializada, según informó el medio de defensa ucraniano Defense Express.
La Oficina de Diseño de Maquinaria de Kolomna (KBM) recibió contratos por 1202 misiles Iskander-M para el período 2024-2025.
Ukrainians discovered a Russian missile that fell into the Dnieper River during the Russian missile strike on 2 January of 2024.
— 𝔗𝔥𝔢 𝕯𝔢𝔞𝔡 𝕯𝔦𝔰𝔱𝔯𝔦𝔠𝔱△ 🇬🇪🇺🇦🇺🇲🇬🇷 (@TheDeadDistrict) January 26, 2024
The missile is 9M723 of Iskander-M. pic.twitter.com/8JuyenrSgD
El análisis de los documentos por parte de Militarnyi revela un desglose de las variantes: el modelo de racimo 9M723-1K5 (185 unidades a 2,86 millones de dólares cada una), el 9M723-1F1 con ojiva penetradora (59 unidades a 2,86 millones de dólares), el 9M723-1F2 de alto explosivo (771 unidades a 2,3 millones de dólares) y la versión mejorada del 9M723-1F3 (217 unidades a un precio de entre 2,3 y 2,9 millones de dólares).
Un pedido menor de 18 unidades, denominadas 9M723-2—posiblemente el rumoreado "Iskander-1000" con alcance extendido—está previsto para 2025, con un coste aproximado de 2,6 millones de dólares cada una.
Según Militarnyi, estas cifras muestran que Rusia planea producir más de 1.200 misiles balísticos de la clase Iskander en sólo dos años, una cifra notable que subraya la prioridad dada a esta arma a pesar de las sanciones occidentales.

Kinzhal—el hipersónico
El Kinzhal (9-S-7760), lanzado desde el aire, es esencialmente un Iskander adaptado para volar desde interceptores MiG-31K y MiG-31I, según informa Militarnyi.
Despega a unos 25 kilómetros de altitud y acelera a más de Mach 5,5, alcanzando brevemente Mach 10 en su arco balístico antes de desacelerar a aproximadamente Mach 3 en el descenso, la fase en la que las baterías Patriot ucranianas han demostrado ser capaces de derribarlo.
Cada misil cuesta aproximadamente 4,4 millones de dólares. Los contratos vistos por Militarnyi indican 44 unidades encargadas en 2024 y 144 en 2025.
The launch of the Kinzhal hypersonic cruise missile as part of a planned exercise of the strategic deterrence forces conducted under the leadership of the Supreme Commander-in-Chief of the Armed Forces of the Russian Federation V.Putin #DefenceMinistry #ArmyRussia #Exercise pic.twitter.com/vovVU3M0h6
— Минобороны России (@mod_russia) February 19, 2022
El Kinzhal lleva una ojiva penetrante de 480 kilogramos, cargada con unos 150 kilogramos de alto explosivo, y también puede montar una carga nuclear.
Técnicamente, el misil utiliza un motor cohete sólido de modo dual similar al del Iskander, pero optimizado para la ignición a gran altitud.
Su sistema de guiado combina navegación inercial y por satélite con un buscador de radar activo derivado del modelo 9B918, lo que le proporciona una precisión terminal de decenas de metros.
Zircon
Pocas armas rusas han generado tanta expectación como el Zircon 3M22. Presentado por los medios estatales como un misil hipersónico propulsado por estatorreactores, capaz de superar todas las defensas occidentales, se ha utilizado con moderación y, según investigadores ucranianos, con poca precisión, según Militarnyi.
Los documentos de adquisición de Militarnyi indican que el Zircon tiene un precio de entre 420 y 450 millones de rublos por misil (entre 5,0 y 5,6 millones de dólares), con entregas de 80 unidades al año entre 2024 y 2026. Puede lanzarse tanto desde plataformas navales como desde sistemas Bastion terrestres.
Los restos de un misil derribado sobre Kyiv ofrecieron la primera prueba física de su diseño real. Las fotografías mostraban una carcasa de ojiva de 400 milímetros de diámetro que pesaba entre 150 y 200 kilogramos y que contenía tan solo entre 40 y 80 kilogramos de explosivo.

Los analistas detectaron el olor a Decilin-M, un combustible líquido de alta energía utilizado en estatorreactores experimentales, lo que confirma que el arma funciona con un motor de combustible líquido que respira aire en lugar de un propulsor sólido únicamente.
Su fuselaje, construido principalmente con titanio y materiales compuestos, utiliza paredes delgadas y una capa exterior "blanda" que probablemente sirve como interfaz térmica para el aislamiento térmico. El diseño presenta una entrada de aire en forma de anillo oculta bajo una tapa desmontable en el lanzamiento, similar a la de los antiguos Oniks 3M55.
Según Militarynyi, esta evidencia sugiere que Zircon no es un nuevo avance tecnológico, sino un Oniks muy modificado con una estructura más ligera, una ojiva reducida y mayor velocidad. Se estima que el alcance del misil está entre 600 y 1.000 kilómetros, muy por debajo de las promesas iniciales de Rusia.
I don’t usually post MOD videos but this one shows the launch of Zircon Hypersonic missile from the Admiral Golovko during Zapad 2025. pic.twitter.com/yJ2ruo1U8S
— ayden (@squatsons) September 14, 2025
El mismo día que se recuperaron los fragmentos, los interceptores Patriot PAC-3 derribaron varios Zircon que se aproximaban a Kyiv.
Fuentes de Militarnyi afirman que los misiles redujeron su velocidad a aproximadamente Mach 3 en su aproximación terminal, lo que permitió la interceptación una vez disipada la envoltura de plasma. El hallazgo desmiente la afirmación de Moscú de que el Zircon es "imposible de derribar".
La industria que alimenta el arsenal
La investigación de Militarnyi no solo expone cifras, sino que describe una red industrial que se mantiene adaptable y productiva a pesar de las sanciones.
Novator, Raduga y KBM—las tres oficinas centrales responsables de las principales familias de misiles de Rusia—siguen recibiendo pedidos plurianuales. Las fluctuaciones monetarias explican pequeñas variaciones de precios en los documentos, pero el patrón general no muestra una pausa en las adquisiciones.


Novator, fundada en 1947 y absorbida por el conglomerado de defensa Almaz-Antey en 2002, sigue siendo el principal productor de misiles de crucero navales y terrestres.
Raduga, especializada en armas aéreas, gestiona los proyectos Kh-101 y Kh-BD.
KBM en Kolomna mantiene las líneas Iskander y Kinzhal, la columna vertebral de la fuerza táctica y cuasi-hipersónica de Rusia.
Incluso con estimaciones conservadoras, el gasto de Rusia en misiles para 2024-2027 supera varios miles de millones de dólares, una carga enorme para una economía en tiempos de guerra ya afectada por la movilización y las sanciones. Sin embargo, los documentos confirman que los contratos siguen vigentes, los pagos programados y las entregas planificadas al menos hasta 2027.

Lo que revelan los números
Los datos apuntan a una estrategia de dos vías: mantener la producción en masa de sistemas probados como el Iskander, el Kalibr y el Kh-101, mientras se impulsan proyectos de prestigio y de alto costo como el Kh-BD y el Zircon.
El gradiente de costos—de 1,6 millones de dólares para misiles de crucero básicos a más de 5 millones de dólares para prototipos avanzados—refleja tanto la capacidad industrial como las prioridades de propaganda.
Según Militarnyi, la industria de misiles rusa está compensando las sanciones occidentales abasteciéndose de componentes a nivel nacional siempre que sea posible y acumulando productos electrónicos importados a través de redes comerciales paralelas.
La consistencia del cronograma de adquisiciones sugiere que Moscú espera mantener ataques a gran escala durante años, no meses.
Para Ucrania y sus socios, la conclusión es clara: la capacidad de ataque a gran escala de Rusia, aunque no infinita, sigue siendo sustancial. Los contratos filtrados cuantifican lo que se ha asumido durante mucho tiempo: el Kremlin sigue invirtiendo fuertemente en herramientas de terrorismo de largo alcance, y estas herramientas siguen saliendo de las líneas de producción.
El costo del alcance ampliado
Los documentos obtenidos por Militarnyi ofrecen una visión detallada de cómo Rusia equilibra coste, tecnología y propaganda. Por cada dólar añadido en sofisticación de misiles, los beneficios en precisión o fiabilidad son cuestionables.
Sin embargo, el simbolismo político de las designaciones de «hipersónico» y «con capacidad nuclear» garantiza que proyectos como Zircon y Kh-BD reciban una financiación desproporcionada.
The intact warhead of the downed Kh-101 cruise missile (9-E-2648) pic.twitter.com/JJcJXab6pJ
— PS01 □ (@PStyle0ne1) March 21, 2024
Mientras tanto, los sistemas más económicos—Iskander, Kalibr y Kh-101—se encargan de sustentar la campaña rusa contra las ciudades ucranianas. En ese sentido, los presupuestos para misiles se centran menos en la necesidad en el campo de batalla y más en mantener la ilusión de supremacía tecnológica.
Anteriormente, la Corporación Aeronáutica Unida (UAC) de Rusia había revitalizado sus aviones de la Guerra Fría al equipar el interceptor MiG-31 con el misil de largo alcance KS-172.
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