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Las fuerzas ucranianas atacaron una importante planta de aviación rusa en la ciudad de Taganrog durante la noche, destruyendo lo que los analistas de defensa dicen que era una de las aeronaves más inusuales y secretas en el inventario de Rusia: el A-60 1A2, una plataforma de armas láser aerotransportada de la era soviética destinada a cegar satélites y derribar aviones.

Ucrania puede haber logrado uno de sus ataques profundos más espectaculares de la guerra, con nuevas imágenes que sugieren que un raro avión láser aerotransportado ruso A-60 (una reliquia de los programas de armas experimentales de Moscú) quedó envuelto en llamas después de un ataque con drones en el complejo de aviación de Taganrog durante la noche.

A pesar de años de audaces afirmaciones de Moscú sobre armamento de nueva generación, muchos de los proyectos militares rusos más publicitados no han cumplido las expectativas. Desde tanques avanzados mantenidos fuera del frente hasta buques de guerra hundidos por drones, estos sistemas de alto perfil revelan la creciente brecha entre la propaganda militar rusa y su desempeño en el campo de batalla.

Una nueva patente sugiere que Moscú quiere fusionar las funciones de AWACS, patrulla marítima y lucha antisubmarina en una sola aeronave sobrecargada.