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Ucrania recibirá cazas Rafale de Francia: ¿Qué aporta este avión al campo de batalla?

Ucrania y Francia han firmado un pacto de cooperación en materia de defensa a largo plazo, en virtud del cual los presidentes Volodymyr Zelenskyy y Emmanuel Macron acordaron profundizar la coordinación militar durante la próxima década. Entre los elementos clave del acuerdo se encuentra la posible transferencia de aviones de combate polivalentes Rafale franceses, un modelo que Ucrania nunca ha operado.
Los líderes ucranianos y franceses se reunieron en París el 17 de noviembre y ultimaron un plan estratégico decenal que incluye varias áreas prioritarias para fortalecer la defensa aérea y las capacidades de aviación de Ucrania. El acuerdo contempla lo siguiente:
entrega de aviones de combate polivalentes Rafale, procedentes en parte de la flota existente de Francia;
trabajo conjunto para desarrollar la futura estructura de la fuerza aérea de Ucrania;
nuevos suministros de sistemas de defensa aérea SAMP/T y misiles asociados;
Tecnologías antidrones adicionales.
El aspecto más destacado es el tema de los Rafale. Si bien París aún no ha hecho un anuncio público oficial, UNITED24 Media informa que Francia se está preparando para suministrar aviones a Ucrania.

Francia ya ha transferido aviones Mirage, que, según se informa, están realizando misiones sobre Ucrania. El Rafale supondría una mejora significativa: anteriormente, no se había mencionado públicamente. La cantidad y el calendario de entregas siguen sin revelarse, aunque París ha indicado que Ucrania podría recibir aviones tanto de la flota actual como de la producción futura.
Las ventajas de tener el Rafale
El programa fue lanzado por Dassault Aviation en la década de 1970, después de que Francia decidiera consolidar varios tipos de aeronaves militares en una plataforma universal capaz de operar en cualquier condición. Las conversaciones sobre un caza europeo conjunto finalmente fracasaron, lo que llevó a Francia a desarrollar un diseño independiente.
El prototipo, entonces conocido como "Proyecto ACX", realizó su primer vuelo en 1985. Tras múltiples rediseños y ensayos, se presentó una versión renovada en 1990. El programa sobrevivió a más de una década de escepticismo presupuestario y debate político, pero en 1998 el primer avión de serie realizó su vuelo y, a principios de la década de 2000, el Rafale entró oficialmente en servicio.
Alrededor del 90% de la producción se realiza en Francia, lo que convierte al Rafale en el único caza europeo importante desarrollado y fabricado principalmente por un solo país. Hoy en día, constituye la columna vertebral de la flota de combate aéreo francesa. Además de Francia, el Rafale está en servicio en India, Egipto, Qatar, Croacia y Grecia, y Ucrania podría ser el próximo país en incorporarlo.

Según las autoridades, el objetivo a largo plazo de Kyiv es construir una flota aérea de aproximadamente 250 cazas modernos, combinando F-16, Gripen y Rafale. Suecia ya se ha comprometido a suministrar entre 100 y 150 aviones Gripen, mientras que Ucrania espera recibir unos 80 F-16 de sus socios. El Rafale podría cubrir el resto de la capacidad operativa. Dassault fabrica actualmente entre dos y tres aviones al mes y prevé alcanzar los cinco mensuales para 2026.
La importancia militar del Rafale
El Rafale es un caza polivalente de generación 4+, capaz de desplegar una amplia gama de armamento estándar de la OTAN, desde misiles AIM-120 hasta misiles de crucero Storm Shadow/SCALP. Diseñado originalmente como un avión de cuarta generación, décadas de mejoras lo han situado en la categoría de generación 4+, con características furtivas mejoradas y aviónica de combate moderna.
Sus ventajas clave:
Auténtica capacidad polivalente. El Rafale puede realizar misiones de combate aire-aire, ataques de largo alcance, reconocimiento y disuasión nuclear. Es el activo principal de la capacidad de ataque nuclear de Francia.
Independencia estratégica. A diferencia del Eurofighter Typhoon o el Gripen, las decisiones de exportación del Rafale dependen exclusivamente del gobierno francés. No existe ningún mecanismo internacional de licencias o veto, un factor importante para Ucrania.
La aeronave ha sido probada en combate en Libia, Malí, Siria e Irak, incluyendo misiones contra el ISIS.
Su impacto en la transformación del poder aéreo ucraniano
Durante décadas, Ucrania dependió de cazas MiG y Su de fabricación soviética. Esto está cambiando: sus socios occidentales ya han desplegado F-16, mientras que un número limitado de cazas Mirage franceses opera en combate.
En 2025, Kyiv también firmó un acuerdo a largo plazo con Suecia para la adquisición de aviones Gripen y la posible localización de la producción de Saab en Ucrania cuando la situación de seguridad lo permita.
El Rafale podría convertirse en la pieza clave de la transición de Ucrania hacia una fuerza aérea moderna compatible con la OTAN. Una flota de 250 aviones permitiría a Ucrania no solo defender su territorio, sino también integrarse en los sistemas de defensa occidentales, compartir tecnología e inteligencia, y abandonar por completo el armamento de la era soviética.
Para Francia, esta alianza representa un crecimiento en la industria de defensa, contratos a largo plazo y un posicionamiento geopolítico más sólido. Ucrania, por su parte, constituye el escenario más relevante para las pruebas y la recopilación de datos de los modernos sistemas aeroespaciales occidentales, lo que influye en la futura I+D y la innovación en el campo de batalla.
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