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Informe de Yale: Rusia gestiona 210 campamentos para adoctrinar y militarizar a los niños ucranianos

Rusia está llevando a cabo un vasto y coordinado sistema para deportar, adoctrinar e incluso militarizar a los niños ucranianos a una escala sin precedentes, según una nueva investigación del Laboratorio de Investigación Humanitaria (HRL) de la Universidad de Yale, según el estudio, publicado el 16 de septiembre.
El informe identifica al menos 210 instalaciones en toda Rusia y la Ucrania ocupada a las que se ha trasladado a niños desde que comenzó la invasión a gran escala.
⚡️Nearly 11,000 Ukrainian children from occupied territories were taken to Russian “re-education” camps in 2025 for militarization and erasing identity.
— UNITED24 Media (@United24media) September 12, 2025
Rights group Zmina calls it a deliberate Kremlin policy. pic.twitter.com/HUE4Y9OSsV
Estos van desde escuelas de cadetes y bases militares hasta campamentos, sanatorios, instituciones religiosas y universidades. Muchos parecen estar diseñados no solo para alojar a los niños, sino también para reeducarlos mediante un sistema de reeducación y entrenamiento militar.
Los investigadores encontraron pruebas de simulacros de combate, desfiles, montaje de armas y construcción de drones en aproximadamente 40 emplazamientos.

El informe también documenta la exposición generalizada a programas culturales y patrióticos prorrusos.
«Ahora sabemos que la verdadera magnitud de la red rusa de instalaciones que militarizan, trasladan y reeducan a niños secuestrados de Ucrania es enorme. Al menos 210 instalaciones, muchas de ellas bajo el control directo de Rusia, retienen a niños ucranianos desde el mar Negro hasta Siberia y la costa del Pacífico», afirmó Nathaniel Raymond, director ejecutivo de HRL.
Las autoridades ucranianas condenaron las conclusiones como prueba de una estrategia deliberada del Kremlin para utilizar a los niños como arma.
«Este informe exige que se tomen medidas. Los niños son siempre las víctimas más vulnerables de los conflictos armados. Estos niños no solo han sufrido traumas y desplazamientos, sino que también han sido víctimas de deportaciones sistemáticas, adopciones ilegales y asimilaciones forzadas. Ahora está claro que Rusia planea utilizar a los propios niños de Ucrania como «arma» contra nosotros y contra Europa en general», declaró Andriy Yermak, jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania.
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La viceministra de Relaciones Exteriores de Ucrania y presidenta de la Comisión Nacional de Ucrania para la UNESCO, Mariana Betsa, calificó las revelaciones de devastadoras.
«Ya no cabe ninguna duda: estas víctimas inocentes y vulnerables de la invasión a gran escala de Rusia no solo han sido separadas de sus familias y hogares, sino que también han sido obligadas a someterse a un proceso de reeducación y militarización. Por el bien de la paz mundial, Rusia debe devolver a los niños ucranianos a sus hogares; solo entonces podremos hablar de un camino creíble hacia el futuro», afirmó.

El informe destaca que el programa de Rusia está organizado de manera centralizada y, en muchos casos, es gestionado directamente por el Estado. Las imágenes satelitales, la inteligencia de fuentes abiertas y los registros del gobierno ruso confirman el papel de las instalaciones en el alojamiento y adoctrinamiento de los niños deportados.
Ucrania solo ha recuperado a una pequeña parte de los secuestrados. Organizaciones internacionales, como la ONU y la Corte Penal Internacional, han presionado a Rusia para que les permita el acceso, pero Moscú ha bloqueado la mayoría de los esfuerzos.
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Las conclusiones del HRL forman parte del programa Observatorio de Conflictos, que realiza un seguimiento de los crímenes de guerra y los abusos cometidos por Rusia. Los informes anteriores del laboratorio ya han servido para recabar pruebas para futuros enjuiciamientos. El traslado forzoso de niños se considera un crimen de guerra según los Convenios de Ginebra.
Ucrania cuenta con la iniciativa Bring Kids Back UA para coordinar los esfuerzos con sus aliados y organizaciones internacionales con el fin de localizar y devolver a los niños secuestrados. Las autoridades insisten en que se buscará justicia por estos crímenes a todos los niveles, desde los dirigentes del Kremlin hasta los operativos que gestionan los campamentos.
Anteriormente, se publicaron informes que indicaban que la agresión rusa había provocado que el 44 % de los niños de Ucrania mostraran signos de posible trastorno de estrés postraumático.






