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La flota fantasma de Rusia derrama petróleo por toda Europa mientras la evasión de sanciones se convierte en un desastre medioambiental

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Esta fotografía aérea muestra el petrolero Boracay anclado frente a la costa atlántica de Saint-Nazaire, en el oeste de Francia, el 1 de octubre de 2025. (Fuente: Getty Images)

Al menos cinco petroleros de la denominada flota fantasma  de Rusia han vertido petróleo en aguas europeas durante el último año, según una investigación realizada por Politico y la red de periodistas SourceMaterial el 6 de octubre.

Basándose en imágenes satelitales de la organización sin fines de lucro SkyTruth y datos de transporte marítimo de la empresa de análisis Kpler, la investigación descubrió que estos barcos continuaron operando sin control, incluso después de dejar manchas de petróleo visibles cerca de la costa europea.

Dos de los buques ya estaban sujetos a sanciones británicas en el momento en que se produjeron las fugas.

El ministro de Energía de Letonia, Kaspars Melnis, calificó los incidentes como «un problema enorme» y advirtió que Europa «tiene mucha suerte en este momento de que no se haya producido ninguna catástrofe medioambiental».

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores británico calificó la flota fantasma como «un intento desesperado y peligroso» del líder ruso Vladimir Putin «por aferrarse a sus ganancias petroleras mientras contamina el mar».

«Está utilizando buques que ignoran las normas básicas de seguridad, lo que aumenta el riesgo de derrames catastróficos de petróleo», declaró el portavoz a Politico.

Rusia comenzó a depender de la flota fantasma después de que los países del G7 impusieran un límite de precios a las exportaciones de petróleo ruso en respuesta a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en 2022. Los ingresos del petróleo representan aproximadamente una cuarta parte del presupuesto federal de Rusia.

Según la empresa de datos marítimos Lloyd's List Intelligence, la flota cuenta ahora con unos 1300 buques. Sus operaciones se han relacionado no solo con derrames de petróleo, sino también con daños a la infraestructura submarina en aguas europeas.

La Unión Europea ha incluido en una lista negra a 444 petroleros, prohibiéndoles el acceso a los puertos de la UE y a los servicios de seguros occidentales, mientras que el Reino Unido ha sancionado a unos 450 buques.

«Es difícil decir cuán efectivas son las sanciones existentes», declaró Melnis a Politico.

Los expertos citados por Politico señalaron que muchos buques de la flota paralela están en mal estado, carecen de un seguro adecuado y operan fuera del alcance de los reguladores, lo que aumenta considerablemente el riesgo de que se produzcan desastres medioambientales graves.

El Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio estima que la limpieza de un solo derrame de petróleo a gran escala podría costar alrededor de 1500 millones de dólares. Si no se puede identificar al propietario responsable, es probable que los contribuyentes europeos tengan que asumir la carga financiera.

Anteriormente, el Servicio de Inteligencia de Defensa de Dinamarca había informado de un aumento de la actividad rusa en la zona gris del estrecho danés, un paso marítimo estratégico que conecta el mar Báltico con las aguas de la OTAN, según Army Recognition el 4 de octubre.

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La flota fantasma es una red de petroleros antiguos que Rusia utiliza para exportar crudo y combustible de forma secreta, eludiendo las sanciones occidentales. Muchos de estos barcos navegan bajo banderas de conveniencia, ocultan su propiedad y, a menudo, apagan los sistemas de rastreo para ocultar sus rutas. Al operar sin el seguro adecuado ni supervisión de seguridad, la flota supone un riesgo cada vez mayor de derrames de petróleo y accidentes marítimos en aguas europeas. Los analistas estiman que actualmente cuenta con más de 1000 buques en todo el mundo.

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