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Misiles de 400.000 $ frente a Shaheds de 20.000 $: por qué Ucrania necesita defensas más baratas
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Maryna Kulakova]( "Photo of Maryna Kulakova")
El analista de guerra de misiles Fabian Hoffmann ha expresado su preocupación sobre si las industrias de defensa occidentales pueden seguir el ritmo de los ataques aéreos a gran escala de Rusia contra Ucrania, en particular con misiles de crucero y aviones no tripulados Shahed. En un artículo publicado en el medio alemán Hartpunkt, Hoffmann subraya el creciente desequilibrio entre la producción ofensiva rusa y la producción de defensa aérea occidental.
Según datos de la Dirección de Inteligencia de Defensa de Ucrania, la industria de defensa rusa puede producir hasta 1.600 misiles de crucero al año y había aumentado la producción de drones Shahed hasta al menos 6.000 al año para finales de 2024. A mediados de 2025, las fuerzas rusas habían producido aproximadamente 30.000 Shaheds y drones señuelo desde el inicio de la invasión a gran escala.
Según la inteligencia militar de Ucrania, a 15 de junio, Rusia tenía más de 6.000 drones de ataque en su arsenal, incluidos los modelos Geran-2 (Shahed-136) y Harpia-A1, así como más de 6.000 drones señuelo conocidos como «Gerbera». La Dirección Principal de Inteligencia estima que Rusia es capaz actualmente de producir hasta 170 de estos drones al día, incluyendo tanto los de ataque como los de señuelo.
En comparación, la producción occidental de misiles sigue siendo limitada. La alemana Diehl Defence fabrica actualmente sólo entre 500 y 600 interceptores IRIS-T al año, con planes de aumentar esa cifra a entre 800 y 1.000 para 2026. Raytheon, una importante empresa aeroespacial y de defensa estadounidense, produce hasta 1.200 AMRAAM AIM-120 al año, aunque sólo una parte está disponible para Ucrania. El AIM-9X, que también puede utilizarse con NASAMS, se produce a un ritmo mayor -alrededor de 1.600 al año, con planes para llegar a 2.500-, pero, de nuevo, Ucrania sólo recibe una parte.
Hoffmann sostiene que el uso de interceptores de tan alta gama contra drones baratos es insostenible. En su lugar, aboga por desplegar contramedidas más baratas y escalables -incluido un mayor uso de la artillería antiaérea tradicional- para reservar los misiles avanzados a amenazas de mayor prioridad, como los misiles balísticos y de crucero.
El medio de comunicación ucraniano Defense Express señala que el valor del artículo de Hoffmann reside tanto en su comparación de las capacidades de ataque rusas frente a la potencia de los interceptores occidentales como en su visión de cómo ven los analistas occidentales las necesidades de defensa aérea de Ucrania. Sin embargo, el artículo original pasa por alto sistemas clave que ya están en uso.
Por ejemplo, la artillería antiaérea representa una parte importante de las interceptaciones Shahed. Alternativas como el cohete de precisión APKWS , más barato y más disponible que los misiles IRIS-T o AIM-120, también se utilizan ampliamente, según Defense Express. Los MANPADS , otro componente vital de la defensa ucraniana, no se mencionan.
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Mientras tanto, Ucrania recurre cada vez más a los drones interceptores y a los micromisiles como el Frankenburg Mk 1 como soluciones rentables. En este contexto, utilizar un misil de 400.000 dólares para derribar un Shahed de 20.000 dólares es un lujo costoso. Los interceptores avanzados deben preservarse para las amenazas más peligrosas, señala Defense Express.
Anteriormente, se anunció que el Departamento de Estado de EE.UU. ha aprobado una posible venta de equipos de apoyo a Ucrania para sus sistemas de defensa antiaérea y obuses autopropulsados M109, según un anuncio de la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa de EE.UU. del 24 de julio.
