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Otra pérdida de un MiG-31: la flota de portamisiles hipersónicos de Rusia se reduce aún más
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![Photo of Jamal Marcelin]( "Photo of Jamal Marcelin")
![Photo of Vlad Litnarovych]( "Photo of Vlad Litnarovych")
Un caza ruso MiG-31 se estrelló en la región de Lipetsk durante un intento de aterrizaje tras un vuelo de entrenamiento rutinario, según informó el 9 de octubre la agencia estatal rusa TASS, citando al Ministerio de Defensa.
Ambos pilotos lograron eyectarse y fueron encontrados por los equipos de rescate cerca del lugar del accidente. Fueron hospitalizados con heridas de diversa gravedad.
Según las autoridades, el sistema de aterrizaje del avión falló en pleno vuelo, lo que provocó que el MiG-31 perdiera el control y se estrellara en una zona boscosa del distrito de Chaplyginsky.
El MiG-31 es un interceptor supersónico de diseño soviético desarrollado en la década de 1970 y basado en el MiG-25. Está construido para enfrentarse a objetivos aéreos de alta velocidad a larga distancia y altitud. Algunas variantes han sido modificadas para transportar misiles hipersónicos Kh-47M2 Kinzhal de Rusia.
Las versiones principales de defensa aérea del caza están armadas con misiles aire-aire de largo alcance R-33 y R-37.
A principios de este año, el Estado Mayor de Ucrania informó de que sus Fuerzas de Operaciones Especiales atacaron durante la noche la base aérea rusa de Savasleyka, dañando al menos un MiG-31 y un Su-30 o Su-34. Los analistas señalaron que la pérdida de un solo MiG-31K, la variante portadora del Kinzhal ruso, podría tener graves consecuencias.
«Rusia es incapaz de fabricar nuevos aviones MiG-31K para el despliegue de Kinzhal, por lo que cualquier pérdida en esta categoría es especialmente dolorosa», afirmó anteriormente el medio ucraniano Defense Express.
Rusia ha intentado ampliar su flota de MiG-31K desde el inicio de su invasión a gran escala de Ucrania. En 2022, solo había 12 aviones en servicio, pero The Military Balance 2024 estimó que el número podría haberse duplicado desde entonces hasta alcanzar unos 24.
También han surgido informes sobre nuevas variantes del MiG-31I «Ishim» capaces de navegar de forma autónoma hasta los puntos de lanzamiento del Kinzhal, a diferencia del MiG-31K, que se guía manualmente. Sin embargo, ambas versiones son remodelaciones de aviones antiguos de la era soviética, no de nueva construcción.
Las reservas rusas de MiG-31 fuera de servicio—estimadas en 130-150 aviones en 2018—se han utilizado en gran medida para obtener piezas de repuesto con las que mantener en vuelo los interceptores activos. A principios de 2024, Rusia tenía unos 90 interceptores MiG-31B/BM en servicio y otros 30 asignados a la aviación naval.
Pero los límites de esa flota se están haciendo evidentes. Los MiG-31 se fabricaron por última vez en 1993, con solo unos 500 ejemplares construidos, y se cree que menos de 150 siguen operativos.
Los motores D-30F6 de la aeronave requieren revisiones cada 300 horas de vuelo y, a pesar de las afirmaciones anteriores sobre grandes reservas, los funcionarios rusos ahora discuten abiertamente la necesidad de reiniciar la producción.
Anteriormente, un caza-bombardero ruso Su-34 se estrelló el 1 de julio en una zona boscosa cerca de la aldea de Veletma y la ciudad de Kulebaki, en la región rusa de Nizhni Nóvgorod.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el avión se estrelló durante una misión de entrenamiento programada. Ambos pilotos se eyectaron antes del impacto.
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