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Rusia construye la valla marítima «Aurelia» mientras los drones ucranianos obligan a la Flota del Mar Negro a retirarse

Rusia ha presentado un sistema de barrera modular denominado «Aurelia», diseñado para contrarrestar las embarcaciones de superficie no tripuladas (USV) ucranianas, según informó TASS el 7 de septiembre.
El sistema ha sido desarrollado por la empresa rusa «Rusich» y se ha probado en el golfo de Finlandia con la participación de la Armada rusa.
También se presentó en la reunión nacional de operadores de drones de combate, conocida como «Dronnitsa», celebrada en Veliky Novgorod, según informó el medio ruso FederalPress el 8 de septiembre.
Según el desarrollador, Aurelia consta de módulos de 10 metros de largo y 3 metros de ancho que incluyen soportes flotantes, redes de conexión, elementos anti-chorro de agua y anclas. Cuando una embarcación, ya sea con motor de chorro de agua o hélice, atraviesa la barrera, sus elementos activos son arrastrados al sistema de propulsión o se enredan en la hélice, inutilizando la embarcación.
El sistema está diseñado para desplegarse cerca de emplazamientos costeros estratégicos, creando zonas de protección contra los USV y las embarcaciones convencionales. Los representantes de «Rusich» declararon a los medios de comunicación rusos que «Aurelia» tiene como objetivo dañar los motores y «proporcionar una protección eficaz de las instalaciones estratégicas tanto contra embarcaciones tripuladas como no tripuladas».
Moscú ha probado varios métodos para defenderse de los drones navales ucranianos, que se han utilizado ampliamente en el mar Negro. Las defensas anteriores incluían barcazas con barreras de brazo extendidas entre ellas, así como tácticas de respuesta rápida, como la interceptación de USV con municiones merodeadoras Lancet, drones FPV y aviación naval.
Además, Rusia ha desplegado lanchas patrulleras rápidas como las de la clase Raptor, armadas con ametralladoras pesadas, para enfrentarse a los drones que se acercan.

Ucrania ha empleado USV como el Magura V5 y el SeaBaby en múltiples ataques contra activos navales, instalaciones petroleras y puentes rusos. Estos ataques han obligado a Rusia a ampliar sus esfuerzos defensivos en todo el mar Negro y cerca de infraestructuras clave.
Los drones ucranianos han desempeñado un papel decisivo en la reducción de la libertad de movimiento de Rusia en el mar. La campaña de drones navales de Ucrania ha hundido o inutilizado varios buques de la Flota del Mar Negro, incluidos buques de desembarco y patrulleras.

Los ataques también han tenido como objetivo el puente de Kerch y las terminales petroleras, lo que ha interrumpido la logística y ha demostrado la capacidad de Ucrania para proyectar su fuerza lejos de sus propias costas.
El éxito de estos USV ha obligado a Rusia a retirar gran parte de su flota de Sebastopol a bases más seguras situadas más al este, lo que ha limitado su capacidad operativa. Las autoridades ucranianas han descrito estos drones como herramientas rentables que desafían a los buques de guerra rusos, mucho más caros, lo que ha cambiado el equilibrio en el ámbito marítimo.
Anteriormente, la Inteligencia de Defensa de Ucrania informó de que un dron marino Magura V5 detonó en la bahía de Novorossiysk mientras era recuperado por las fuerzas rusas, matando a cinco buzos navales de élite de la unidad PDSS que habían sido desplegados para examinarlo.






